Solo 4 minutos le bastaron a Diego Armando Maradona para confirmar que lo suyo era la dualidad. Que podía ser héroe o villano, luz o sombra, el embustero o el genio. De una personalidad frontal, Diego no tenía medias tintas y eso se reflejaba en todo lo que hacía, por supuesto, también en la cancha.
Fue la tarde del 22 de junio cuando Maradona se tomó esos 4 minutos para rivalizar eternamente –en lo deportivo– con Pelé y sembrar la duda sobre a quién le corresponde ser el más grande. Ahí, en la misma cancha, la del Azteca, Diego mostró que podía ser lo más oscuro y también lo más brillante.
Minuto 51, Maradona toma la pelota, acelera y en los linderos del área toca a Jorge Valdano, éste no controla bien por la marca de Steve Hodge, quien en su afán de despeje bombea la pelota al área; ahí entra a toda velocidad el 10 argentino quien salta ante la salida del portero Peter Shilton, la diferencia de estaturas Diego la suple levantando el brazo izquierdo y pegando el balón con la mano… la jugada bautizada como la mano de Dios.
Sí, quizá la jugada más tramposa de la historia de los Mundiales solo fue el preámbulo para que apareciera el rostro luminoso del genio y regalara el mejor gol de la historia. Minuto 55: Diego Armando Maradona recibe la pelota en su propia cancha, con un giro se libra de dos rivales y acelera, en la carrera se quita a otro inglés y antes de entrar al área a uno más, que todavía estira el brazo, pero es imposible detenerlo. El 10 tiene una cita con la gloria. Se planta frente al portero, aguanta la salida de éste y la barrida de un defensor, entonces puntea la pelota para volverse inmortal.
Argentina vence a Inglaterra 2-1. Y a los pocos días conquista la Copa del Mundo de México 1986 frente a Alemania, con Diego como estandarte. Y La Afición estuvo ahí presente.
Así te lo contó La Afición:
MARADONA FUE LA DIFERENCIA
Maradona, un gol con la mano; otro, genial
Pese a que su futbol sigue sin gustarnos y gracias a una genialidad de Diego Armando Maradona, Argentina mostró consistencia en su línea defensiva y derrotó ayer al mediodía a Inglaterra en la cancha del estadio Azteca, pasando así a las semifinales del Mundial México 86, en donde se enfrentará el miércoles próximo a Bélgica.
(…) Y cuatro minutos después la genialidad del 10 argentino. Una auténtica obra de arte y una gran individualidad. Toma el balón Maradona antes de cruzar media cancha por el lado derecho. Deja atrás a Reid, a Steven, a Fenwick, a Sansom, llega al área, saca a Shilton y cruza por abajo para poner el marcador 2-0. Un golazo.