En diciembre de 2016, cuando América se encontraba jugando la Liguilla, Santos Laguna filtró el fichaje del portero Agustín Marchesín por las Águilas, un anunció que generó molestia en Coapa porque se había ventilado una negociación en plena competencia.
Se enojó el portero Moisés Muñoz, quien aunque ya había oído rumores, nadie se había atrevido a confirmarle, pero también se molestó Marchesín, porque no quedó conforme con el tratamiento del tema.
La salida de Muñoz dejó una nostalgia en el aficionado americanista, porque el portero era del gusto del aficionado por aquel gol que marcó en la Final del Torneo Clausura 2013 y Marche sabía que tendría que lidiar con ese recuerdo.
En fin que Marchesín no tardó en encajar en el vestidor; en sus primeros días concedió varias entrevistas en las que dejó claro que no llegaba para borrar a nadie, que había llegado a América como un reto personal, que lo daría todo por la camiseta y que estaba seguro que podía escribir una buena historia.
Vino el debut en el Azteca hasta la Jornada 4, contra Veracruz. Y sin importar sus buenas actuaciones, en la zona mixta seguía apareciendo el nombre de Moisés Muñoz. El meta argentino intentaba no perder la compostura.
En un juego en el Azteca contra el Puebla, vino un error de Marche, vinieron los abucheos de una parte de la tribuna y el grito de “¡Muñoz!…”. En la zona mixta un reportero le preguntó por ese episodio y el semblante de Agustín fue de molestia.
Tres días después, el miércoles 14 de febrero de 2017, América juego contra Coras en la Copa Mx, victoria con la mínima, Marchesín atajó un penal de forma espectacular, con el pie derecho. Parecía la reivindicación.
En la zona mixta, las preguntas de siempre, sobre sus actuaciones y sobre Moisés... El argentino lo tomó personal, dijo que él sabía que Moisés Muñoz mandaba a reporteros a reventarlo en cada partido y que no se le hacía raro, porque sabía que en Argentina es común. El reportero negó la afirmación del portero quien al verlo con el celular en la mano, pensó lo grabada: “¡Marica, hijo de. Te voy a dar unos madrazos, cuando tenga la oportunidad”, lo amenazó.
Con el tiempo, Marchesín se fue serenando y superó el delirio de persecución que sentía, por la sombra de Moisés Muñoz, el portero que le dio un título al América.
CC