Misión cumplida. América estará en la liguilla de manera directa, las Águilas cumplieron con la tarea, vencieron a Tigres por 3-1 en un duelo clave y anotaron su nombre en la zona de privilegio. Ya no saldrán de los primeros cuatro, cumpliendo el primer objetivo que se habían trazado.
Lo que estaba en juego era el pase directo a la liguilla, así que ambos equipos fueron un tanto mesurados y no tan valientes, no querían cometer algún error que le abriera la puerta al rival de ponerse al frente.
Las ocasiones fueron contadas, el partido pasó más por el orden táctico. Apenas un tiro de Leo Suárez que desvió Nahuel Guzmán y uno de André-Pierre Gignac, al que le metió bien las manos Ochoa, fue lo más cercano que hubo en las porterías.
Uno y otro estaban bien plantados en sector defensivo, ni Henry Martin ni Gignac encontraban algún espacio para hacer daño. Tomaba la pelota Tigres y después lo hacía América, pero no había alguien que cambiara la mecánica del juego.
Hasta que América armó una buena jugada por la banda izquierda, Cáseres filtró para Córdova y éste amagó a Nahuel con centrar, el Patón se comió la finta y el americanista chutó a gol y abrió el marcador al minuto 42, dejando a Tigres la obligación de reaccionar para el complemento, porque si no, estaba condenado al repechaje.
Tuca mandó a Quiñones en ataque, un mensaje claro de que iba a ir en busca del partido. América mantuvo la concentración defensiva, y Ochoa también se encargó de apagar el peligro que llegaba a su portería.
Los felinos tomaron la pelota, era una prueba de tensión para el cuadro de Coapa. Y cuando mejor jugaba Tigres; América puso el segundo, pero el VAR determinó que el balón no rebasó la pelota en su totalidad.
No varió el guion, el conjunto de Ferretti seguía apretando, Tuca mandó a Leo Fernández para buscar que el uruguayo fuera el revulsivo de su equipo. El Piojo mandó a Ibargüen, manteniendo el mismo plan, tratar de cazar a Tigres en una contra.
La tuvo Gignac después de una buena jugada de Aquino, pero el remate del francés se fue por un costado, fue un suspiró para los americanistas y un gran lamento para los universitarios.
A los felinos les empezó a ganar la ansiedad, América cobraba fuerza en defensa, pero sabía que debía tener los nervios a tope, porque Tigres tenía gente desequilibrante en ataque. Una y otra vez apareció una pierna americanista para cortar los avances felinos.
Los últimos minutos fueron de resistir, para América, y de persistir para Tigres. Sin embargo, en una pelota parada, Córdova puso la pelota en el área y Aguilera se levantó para cabecear la bola y mandarla al fondo, aunque Gignac le metió nervio al final con el descuento al 88’.
El oficio, esa condición que le falló a América en otras jornadas, terminó aflorando en el momento clave del torneo, porque Córdova marcó el 3-1 en la compensación para darle a las Águilas el pase directo a la Liguilla.