La semana pasada en uno de los entrenamientos del América Femenil se dio una situación como ocurre en cientos de equipos varoniles, femeniles y hasta de juveniles. Un intercambio de palabras entre dos porteras del conjunto americanista: Jaidy Gutiérrez y Natalia Acuña.
La historia de la discusión fue más o menos así
Hasta el torneo anterior, Jaidy era la portera que parecía titular, pero sufrió un par de lesiones que la tuvieron mucho tiempo de baja. La titularidad le pertenece ahora a Renata Masciarelli, quien también se lesionó y fue cuando Jaidy pensó que iba a ser titular en el partido contra FC Juárez de la jornada 2.
Pero el cuerpo técnico eligió a Natalia Acuña, lo que generó un enfado en Jaidy toda la semana, pues consideraba que era su momento para volver, pues -dicen- ella cree que es una de las mejores porteras de la Liga. En los trabajos Jaidy veía que repetiría Natalia para la jornada 3 y en un entrenamiento hubo un balón con cierta fuerza que generó la molestia y no el intercambio de reclamos, no pasó a más y muchas pensaron que ahí había terminado, pues fue un hecho como muchos otros más.
Natalia Acuña, portera de América Femenil (Imago7)
El asunto es que Jaidy se quedó con coraje y se le ocurrió recurrir a su cuenta de Twitter para mandar un mensaje entre líneas que muchos no tardaron en interpretar que entre líneas tenía como destinataria a Natalia Acuña.
"Yo no vengo a ser tu maestra, yo vengo a trabajar por mi equipo y a superarme a mí, no me vengo a estar comparando contigo. Mi trabajo habla. #NotesubasaunanubeimaginariaN", escribió Gutiérrez en su cuenta de Twitter, texto que terminó borrando cuando la ola de comentarios en la red social se hizo más grande y llegó hasta la sala de prensa donde Leonardo Cuéllar fue cuestionado al respecto.
La molestia en el club fue mayúscula, se citó a Jaidy a los despachos directivos para pedirle que le bajara a los berrinches, se le dijo que en el club no hay espacio para chismes además de que tendría una sanción deportiva que consistiría en quedar fuera de la convocatoria para el partido contra Mazatlán.
Y así pasó, la portera se quedó en la Ciudad de México para el partido del pasado domingo. Tras esta situación, la jugadora azulcrema hizo privada su cuenta, y aunque puede seguir molesta, esperan que le baje dos rayitas a su estrés igual que su entorno que ha alimentado esa idea de que casi por decreto tiene que ser la portera titular, cuando eso se gana en los entrenamientos y no en redes sociales.
ZZM