A mediados de 2021, cuando la directiva de América buscó un nuevo entrenador para el equipo femenil, tras la salida de Leo Cuéllar en el transcurso del torneo, fueron muchas las voces que cuestionaron la llegada del inglés Craig Harrington, por los antecedentes que acarreaba el inglés cuando en su paso por Utah Royals en Estados Unidos lo denunciaron por abuso verbal.
Pero en Coapa se le quiso dar el beneficio de la duda, de diversos frentes defendieron su inocencia y dicen que le dejaron claro que ese tipo de incidentes no podían ocurrir en América, Craig lo aceptó, pero su esencia poco a poco fue aflorando.
Ya desde su primer torneo dio muestras de su temperamento, en los entrenamientos dicen que era muy intenso, con algunas frases que sorprendían a las jugadoras, al inicio no se vio mal por el hecho de que era muy intenso y demandaba eso y porque en los partidos pedía lo mismo, un equipo que presionara y mordiera en el campo, pero sí había un choque cultural con algunas jugadoras.
Adeptos que fueron a la baja
Como los resultados no eran malos en su primer semestre se tomaron las cosas con calma en Coapa, pero ya se veía que había jugadoras que habían decaído en su nivel, pero otras que despuntaban. Mientras el equipo varonil cayó eliminado en cuartos de final por Pumas, el femenil avanzó a las semifinales después de ganarle a Chivas y eso levantó la figura de Harrington, encima fueron el equipo que le quitaron el invicto a Tigres, y aunque cayeron eliminadas en semifinales mostraron orgullo, algo que faltaba por esos días en el club.
Las dudas no desaparecieron y el torneo anterior se dio el episodio que cambió todo. El partido contra Monterrey y aquel insulto que lanzó a las jugadoras de Rayadas y que generó un gabinete de crisis hasta altas horas de la madrugada.
Aquel "Fuck Off" puso en jaque a la dirigencia americanista, que acató la sanción, y de nuevo habló con el entrenador que ofreció disculpas, pero desde ese 24 de enero el inglés firmó su sentencia y su hoja de baja.
Cuentan que en el club hubo dos facciones, una que pidió su salida y otro que siguiera, al final se consideró que si bien su comportamiento estuvo mal, se evaluó que hubo una exageración del rival con respecto a los hechos y eso le salvó el pellejo por el resto del torneo.
Pero dentro del vestuario eso le sumó un choque con varias jugadoras, el desgaste se hizo más grande aunado a que hubo futbolistas que fueron perdiendo protagonismo y no se recuperaron, y se cree que en algo de esto tuvo que ver la metodología de trabajo de Craig.
Ya no hubo vuelta atrás, el destino de Harrington estaba decidido y no sería más en el club América Femenil. En un año tuvo la misma suerte que Santiago Solari, pasó de la ilusión al desencanto y apenas acabó el torneo se le informó que no seguía. No había modo, cuando dentro del vestuario ya no había química con él.