La vida y el futbol siempre son cíclicos. Diego Lainez se formó en las filas del Pachuca, como su hermano Mauro, hasta que apareció el América en su camino (2012). Las Águilas, su gran sueño. El primer tanto en el máximo circuito no podía ser ante otro rival... y en Hidalgo. La noche del sábado 4 de agosto será recordada por un chico de 18 años, que ante un público con el que soñó que coreara su nombre, lo apaciguó. Al más joven de la dinastía Lainez le bastaron 15 minutos como titular en el campo del huracán, para hacerse presente en el marcador.
Siempre participativo, Lainez se recargó en la banda derecha, desequilibró a Emanuel García más de una ocasión, lo fintó con mostrarle la pelota y luego esconderla, para internarse en el área y ahí sacar un potente disparo cruzado, que si bien al final de su recorrido fue desviado, el gol se le acreditó a Diego. Era su estreno anotador en Primera División y con una historia como trasfondo. Él se formó desde muy niño en las fuerzas inferiores de los Tuzos, hasta hace seis años, cuando América apareció en su camino, brindando una posibilidad que Pachuca no: protagonismo.
El tiempo y las condiciones naturales de Diego, así como disciplina, talento y la formación de varios entrenadores de futbol base, le abrieron las oportunidades que tanto deseaba. La presencia de Ricardo La Volpe fue primordial. El argentino le brindó sus primeros minutos en el máximo circuito hace poco más de un año; ahí comenzó realmente su historia, su idilio con un deporte que lo coloca hoy como esperanza a futuro del balompié nacional. El tanto ante los Tuzos tuvo la misma dedicatoria que sus anotaciones con selecciones de límite de edad, para su familia, siempre en la tribuna. Fue una noche muy especial para los Lainez.
Por si fuera poco, durante el segundo tiempo del encuentro, Diego consiguió su segundo tanto. Su primer doblete llegó en el lugar donde empezó a fraguar su sueño como profesional. Lainez apareció solo en un desdoble que encabezó Oribe Peralta, para dejar bien acomodado al juvenil; el dorsal '20' apenas si detuvo el esférico y de inmediato le pegó con potencia con la pierna izquierda. Golazo. Otro tanto a su nombre. La noche fue inolvidable para él, para los suyos. Y pensar que se formó con los colores del Pachuca en el pecho.
Diego Lainez, la joya que Pachuca dejó ir
Diego se formó en las fuerzas básicas de los Tuzos, donde después emigró para volverse estelar con el América; sus dos primeros tantos en el máximo circuito los firmó en el Hidalgo
Ciudad de México /
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