Un año se esperó la irrupción de Giovani dos Santos en un partido en el que pudiera marcar la diferencia con América. El mexicano aterrizó en Coapa como refuerzo estrella en el Apertura 2019, pero desde entonces las lesiones no le han permitido tener continuidad, cuando no son molestias físicas, aparece otra cosa que le frena en seco.
Sin ir muy lejos, el Clásico Nacional fue el primer partido de este torneo que inicia como titular, apenas acumula 102 minutos en lo que va del semestre, porque problemas musculares lo tuvieron sin jugar los primeros cinco juegos. Apareció como cambio en el juego contra Monterrey de la Jornada 6 y después otras dos semanas fuera porque no le abandonaban las molestias musculares.
La impaciencia de la afición para con Giovani ha ido en aumento, porque no lo ven como un jugador que le haya dado mucho a la causa. Desde el cuerpo técnico se le ha defendido con cierta vehemencia. “La exigencia es como debe de ser a un jugador de su categoría, esperemos que nos dé mejores tiempos, sí necesitamos más de Gio, no solo para mí, para sus compañeros y la afición que esperan más por el jugador que es. Pensamos que puede dar más; cuando vivía su mejor momento, viene esa jugada desafortunada (con Antonio Briseño en el Apertura 2019) y le genera una lesión fuerte, de esa lesión se derivan los detalles que le molesta el muslo”, decía Miguel hace un par de meses, cuando no se le veía a Gio en las primeras convocatorias
El reencuentro
Las molestias en la rodilla izquierda de Federico Viñas le abrieron la puerta de la titularidad, era el momento para Gio de dar un paso al frente. Los Clásicos son juegos en los que pueden surgir héroes inesperados y él asumió ese papel. Inició el partido a buen ritmo, jugando por detrás del centro delantero y buscando conexiones con Benedetti y Suárez.
A Nico le puso una pelota de gol que el colombiano cabeceó a la ubicación de Gudiño. Luego probó de media distancia en una pelota que salió desviada del arco rojiblanco. Se sentía cómodo.
La jugada previa al gol surge de un tiro que trató de hacer, pero fue rechazado por la defensa rojiblanca, no abandonó la zona y se mantuvo al filo del área donde Richard Sánchez lo encontró, aunque Benedetti le pedía la pelota, Gio tenía decidido lo que iba a hacer; controló con la pierna derecha y se acomodó la pelota para golpear con la izquierda. Tiro impecable que no pudo alcanzar Gudiño.
Después de eso su partido fue de esfuerzo, no hubo alguna cosa más en su chistera, pero con ese gol bastó para ganar el Clásico Nacional, y esos registros quedan en la historia de la rivalidad.
Fue el tercer gol de Giovani con América, pocos, muy pocos para un jugador de calidad, pero dentro del club hay un aire de confianza de que esto marque su despegue. Al final del partido, le llovieron felicitaciones de parte de sus compañeros, muestran que son una inyección de confianza.
Los 68 minutos de Giovani ante Chivas no fueron algo extraordinario, pero marcar en el Clásico puede cambiar su chip. Lo necesita él y su club, porque tampoco podrá vivir del gol anotado el sábado, lo mostrado ante el Rebaño debe ser el primer paso hacia su reivindicación.
HRL