Juárez sorprende y elimina a América de la Copa MX

El conjunto de los Bravos se impuso en la tanda de penales 9-8 a las Águilas en la cancha del Estadio Azteca

Jugadores de Juárez en festejo de gol (Imago7)
Higinio Robles
Ciudad de México /

América ha sumado un fracaso mayúsculo, uno grande. De nada le sirvió ser el mejor equipo de la fase de grupos, porque a la hora seria quedó eliminado en tanda de penales por un equipo del Ascenso.

Tropiezo monumental de las Águilas y de Miguel Herrera que sigue sin ganar la Copa. Y es que Juárez encontró en los últimos minutos el empate que mandó a la tanda de penales donde Renato Ibarra y Carlos Vargas fueron los villanos de las Águilas al fallar sus disparos. Los de Coapa se quedan en la orilla otra vez de un torneo que se les ha negado constantemente. Ese partido contra Cruz Azul tendrá que esperar hasta la Liga, porque las Águilas no estuvieron a la altura. 

En el juego, en apariencia, las Águilas no iban a pasar mayores apuros, porque el rival era un conjunto de menor calidad que el cuadro amarillo, quizá por ello Miguel reservó a algunos de sus jugadores de más peso, pero los planes se trastocaron pronto.

América inició con un ligero dominio, pero Juárez se fue asentando, el equipo de Gabriel Caballero mostró maderas, no en vano es una escuadra que en el circuito de ascenso continúa invicto. Sabían los fronterizos que estaban ante una oportunidad de dar un golpe de autoridad ante un rival de prosapia y en un escenario histórico; motivos suficientes para dejarse la piel sobre el césped.

Aunque apenas había transmitido alguna sensación, Juárez se fue adelante gracias a un penal. Bruno Valdez trabó en el área a Mauro Fernández y el árbitro, Mario Humberto Vargas, no dudó y marcó penal. Desde el manchón, Rodrigo Prieto doblegó a Agustín Marchesín al minuto 15. Un escenario que pocos vislumbraban.

Tocaba que el cuadro de Coapa mostrara arrebato, que se acelerara y fuera en busca del empate, el problema es que América no lo hizo, no fue capaz de engancharse al partido a través de un buen funcionamiento colectivo; mucho menos en el plano individual. 

Los intentos de las Águilas fueron más a trompicones que con un plan establecido, carente de desequilibrio por fuera y por dentro, porque su gente de peso no aparecía. Ni Cecilio ni Ibargüen mucho menos Insaurralde lograban mostrar rebeldía. La creación era paupérrima, las cuotas individuales no aparecían y, por ende tampoco, la grupal.

Incluso se salvó del segundo gracias a una buena atajada de Agustín Marchesín a un remate a bocajarro de Junior Dias, el mediocampista brasileño conectó un tiro de esquina que cobraron en corto, su disparo con la zurda lo detuvo el arquero argentino de manera prodigiosa. Llegaba poco Juárez, pero cuando lo hacía metía mucho nervio en la zona baja azulcrema.

Con todo y eso, Cecilio tuvo la acción del empate, una pelota larga le cayó al paraguayo, quien aceleró y llegó al área, ahí chutó con la izquierda, pero el portero Iván Vázquez salvó su arco con un buen manotazo. En los minutos finales del primer tiempo, los del ‘Piojo’ apretaron, pero con más atropellamiento que buen juego.

El panorama se aclaró tras el paso por vestuarios. Cambió de actitud América y en la primera jugada encontró el empate cuando Cecilio aprovechó un mal rechace y tras un par de amagues disparó con la derecha raso para poner de vuelta a las Águilas en el partido.

El gol fue una inyección de ánimo para América que apretó los dientes y tuvo su mejor momento, hasta la fortuna le sonrió a las Águilas para que encontraran el segundo gol. De nuevo Bruno Valdez se ponía el traje de salvador, el paraguayo se encontró un tiro de esquina que alcanzó a desviar lo justo para que el portero fronterizo no pudiera rechazar la bola. Valdez le daba el pase a las Águilas y lavaba su error en el penal.

Miguel le dio vértigo a su equipo con el ingreso de Renato por el extraviado Insaurralde que no acaba de encajar en el equipo. El partido seguía vivo y era mejor buscar liquidarlo que tenerlo en el alambre.

Parecía que no habría más, pero Juárez se la jugó a una bala, a cinco minutos del final, los fronterizos se encontraron una pelota parada, la defensa quedó colgada, vino un cabezazo hacia atrás, un remate que Marchesín salvó, pero nadie llegó al rebote y Brambila cedió para Leandro Carrijo que empujó la pelota al fondo y el partido se fue a penales. Donde Renato Ibarrra fue el villano al fallar el penal que pudo haber mantenido con vida al América. Fracaso monumental de las Águilas que solo podrá ser reivindicado con el título de Liga

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