Eran mediados del 2012, cuando en uno de los campos principales de entrenamiento de Coapa, del América, una escuadra infantil del Pachuca se imponía a su similar de Las Águilas y lograba el pase a la Danone Nations Cup, a celebrarse algunas semanas después. Aquel descalabro, acarrearía ciertas circunstancias y consecuencias. Dentro de la plantilla de los Tuzos, un chaparrito muy rápido y delgado, se vislumbraba como su jugador más determinante en ataque; se llamaba Diego…
Casi un año después, aquel muchachito que deslumbró a los pocos que vieron su exhibición en los campos de entrenamiento, vestía el uniforme azulcrema del América, su rival tiempo atrás, disputando su primer encuentro oficial del que se tenga registro. Era el viernes 29 de marzo del 2013, cuando Roberto Rodríguez, encargado de las Sub 13 de Las Águilas mandó de inicio a un jovencito cuya irrupción sería a base de vértigo. Con ‘207’ en el dorsal, Diego Lainez se estrenaba.
El partido es mera anécdota. El preadolescente disputó los 90 minutos ante León, perdiendo por la mínima; días después, América se enfrentaría al Pachuca, imponiéndose por 3-0 y en la tercera fecha del torneo con límite de edad, contra Leones Negros, Lainez se estrenaría con un doblete, colaborando en la desproporcionada goleada de 9-0. Eran los primeros pasos de la actual estrella fabricada en Coapa, del presente y futuro del ataque azulcrema.
Diego transitó en todas las divisiones inferiores del América, comenzando en la Sub 13 y llegando hasta la Sub 17, donde lo encontró Ricardo La Volpe. En su paso por el cuadro de Coapa, el timonel argentino, experto en la formación de futbolistas, acarreó un trajín de lesiones de sus elementos en ataque; Las Águilas volaban bajo. Fue así, ante la crisis, que el timonel convocó y debutó, primero en Copa, a un muchachito de 16 años e interminables elogios a comprobar.
La historia con el primer equipo para Diego Lainez comienza a cuatro años de que iniciara su irrupción en la Sub 13. El primero de marzo del 2017, el chico recibía las últimas instrucciones de un La Volpe que ya había declarado en la semana: “Tiene mucho talento”. Era un encuentro de Copa frente a Santos; pocos días después, ya en Liga, contra León, también le dio minutos. El novato se mostró con naturalidad en la cancha y no se notó la inexperiencia.
Factores ajenos a su talento, supusieron cambios en la cúpula del América. Llegó Miguel Herrera y se fue La Volpe. Las Águilas requerían de realidades, puntos y estabilidad y no de promesas. Lainez tendría que esperar turno y seguir madurando lejos de los reflectores del escuadrón estelar. Un paso sólido por la Sub 20 y la falta, de nuevo, de variantes y resultados, harían que El Piojo se fijara más temprano que tarde en él. Parecía un paso natural.
Un torneo especial
El Apertura 2018 comenzó con cambios para Lainez. La directiva y cuerpo técnico del América decidieron incluirlo en la nómina del primer equipo y la inicial modificación fue su dorsal; Diego ocuparía desde entonces el ‘20’. Ganarse la titularidad seguía siendo el gran pendiente con su timonel… Pero, 10 apariciones en fase regular, traducidas en 571 minutos y un total de tres anotaciones, dos de ellos frente al Pachuca, en Hidalgo, confirmaban que este semestre era el del despegue.
A pesar de su juventud y cualidades, Diego ha sido centro de críticas, a veces desproporcionadas, en las que se le culpó de resultados adversos. Herrera reaccionó restándole actividad. De hecho, al arranque de la Liguilla, ni siquiera era contemplado. Apenas vio acción contra Toluca, pero un presentimiento le dio al Piojo la curiosidad de ponerlo como titular en los dos duelos frente a Pumas, en semifinales. Lainez marcó dos goles, siendo pieza clave, bastión y un jugador adulto.