Cuando Don Armando García de Alba tomó el camión de regreso a casa aquel 22 de abril de 1951, jamás pensó que tendría que pasar una vida para volver a ver al Atlas campeón. El júbilo de un chico de 16 años se transformó con el tiempo en la esperanza que proveen 86 años de vida. 70 años después, un rojinegro de antaño recuerda el pasado como si fuera ayer.
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Tapatío por adopción, José Armando García de Alba y Sánchez llegó a Jalisco en 1947 desde la Ciudad de México. Gracias a una visita al Club de Atlas Paradero conoció el escudo de los rojinegros; fue amor a primera vista. “Me gustó mucho el escudo al verlo en la pared del edificio muy grandote y los colores rojo y negro y al instante como dicen, ‘con la vista sale el amor’ y me gustó el club”, comentó.
El recuerdo de aquel 22 de abril sigue fresco en la memoria de Don Armando. Aún tiene presente la noche anterior, la ruta de camión que tomó, el precio del boleto y hasta la zona en la que se ubicó en el Parque Oblatos.
“No pude dormir por levantarme temprano y ya se me hacía tarde para tomar el camión. En ese tiempo era el camión Oblatos - Colonias que llevaba al estadio, y era en el estadio del Club Oro. Me fui y como pude con los revendedores conseguí el boleto que costaba 100 pesos, pero en ese tiempo lo estaban dando en 300. Como pude entré yo solo, porque no iba con amigos. Era un estadio muy primitivo porque tenía parte construido de mampostería y parte era gradas de madera. Me tocó en lo de madera, en Sol Preferente, 300 pesos el boleto”, recordó.
Tras ser un médico titulado y reconocido, cabeza de familia de cuatro generaciones, Don Armando tiene muy claro lo que significaría para él un nuevo título de Atlas. “Pienso yo que va a ser el premio más grande que yo pueda recibir antes de irme de este mundo porque ya los años que tengo, ya es mucho camino recorrido, y siento que sería mucha felicidad para mí ver a mi equipo adorado como campeón”, reveló.
Pocos podrían presumir atestiguar los posibles dos títulos del Atlas. Don Armando podría ser uno de ellos. Y seguramente se trataría de otro capítulo en su vida que tampoco olvidaría.
SRN