Cuando Renato Josué Román recibió la pelota sin marca en el área muchos ya sabían lo que sucedería… el mediocampista hizo validos los fantasmas cruzazulinos y con su gol echó a La Máquina de la Copa Mx. Sí, el mal eterno de Cruz Azul se hizo presente de nueva cuenta y ahora ha desatado la crisis en el proyecto de Pedro Caixinha.
Porque lo que sucedió esta noche es un ridículo muy grande para el conjunto celeste, que llegaba con todo para certificar su boleto a los octavos de final. El grupo tan flojo del que fue parte le permitía sobrevivir con el empate, pero ni eso fue capaz de conseguir ante un Alebrijes bravo y con convicción. El triunfo por la mínima diferencia fue suficiente para el cuadro oaxaqueño.
Y ahora, los focos rojos se han encendido en el seno celeste. Tan acostumbrado a las malas rachas en estos últimos años. Tal parece que la efectividad de la dupla Caixinha-Peláez se ha desvanecido por completo y ahora ambos afrontan lo que representa Cruz Azul con todos sus males.
DOMINIO INFRUCTUOSO
Cruz Azul trató se alejar cualquier tipo de nerviosismo. Fue ofensivo, pero carente de contundencia, el mal de todo este semestre. Primero la tuvo Pablo Aguilar, pero su remate se fue desviado, luego Alebrijes respondió pero Allison estuvo atento para mandar a tiro de esquina.
Apareció Elías Hernández, pero sin fortuna para concretar. Así se fue al descanso, con el boleto aún en las manos, pero jugando con la suerte que no suele ser benevolente con este club.
Y así fue. La Máquina llegaba y llegaba para tratar se sellar su pase a los octavos de final, pero el gol no caía. Orbelín Pineda apareció y su remate se fue para el travesaño. Así transcurría el partido y el conjunto celeste no podía abrir el marcador.
Fue entonces que Pedro Caixinha empezó a mover su banca, primero con Édgar Méndez en lugar de Rafael Baca, pero pronto tuvo que meter todo el arsenal ofensivo con el que contaba. Y es que al minuto 67, en un contragolpe Alebrijes se puso en ventaja.
A La Máquina la agarraron mal parada, lo que provocó que Renato recibiera sin marca en el área; el mediocampista sacó un zurdazo que superó la estirada de Guillermo Allison. Gol en contra, eliminación en puerta y todos los fantasmas sueltos.
La Máquina trató de eludir su destino. Caixinha mandó a Milton Caraglio y Jonathan Rodríguez, y arrinconó a Alebrijes; centros y centros, tres tiros de esquina a los que se sumó Allison, pero nada; Aguilar la tuvo de último minuto, pero no logró salvar el barco.
Sí, Cruz Azul ha vuelto a ser el mismo de los últimos años; el intermitente, el de la mediocridad. Hoy se despide del título que le dio esperanza el semestre pasado y empieza formalmente su crisis en la era de Pedro Caixinha.