Las emociones por el título no paran. Ignacio Rivero, que llegó el año pasado, formó parte de este éxito en la Liga Mx, el cual no fue sencillo, pero se le dio fin a una malaria de 23 años y se le dio alegría a una afición que, tras años de burlas, por fin logran sonreír y festejar la asignatura pendiente.
“Fue una noche especial, bonita y culminamos con esto. Trabajamos duro para que llegara este momento. De puertas hacia adentro y después de momentos difíciles como el momento contra Pumas, teníamos la mochila pesada y es el gran premio para todos”, reconoció el mediocampista uruguayo en conferencia de prensa.
Y lo cierto es que este título tiene mucho significado. No solamente para los aficionados (muchos de ellos que todavía no nacían desde el título del Invierno 1997), sino para varios jugadores, que se han convertido ya en íconos del club y sufrían mucho por no sacar el título. Al final, todo el tiempo valió la espera para elementos como Chuy Corona, Cata Domínguez y Adrián Aldrete, por mencionar algunos.
“Hay mucha gente joven que te dicen que nunca habían visto campeón a Cruz Azul y yo recién llego y hay compañeros que hace tiempo estaban y sabían que podía ser su última final o partido y es un premio mayor para todos”.
Asimismo, destacó la presencia de público en el estadio (limitado a un 25 por ciento) y se limitó en lo que a su futuro se refiere. Por hoy, toca festejar la hazaña.
“Es algo mágico y teniendo al público es increíble aún. Respecto a mi situación pienso irme de vacaciones, descansar y ver qué pasa. Gente se encargará de esos temas y feliz por mi primer año aquí. Así que culminarlo así y es lo más lindo”.