En Cruz Azul las maldiciones están vetadas. Ahora que el equipo iniciará un nuevo intento por romper con 21 años de sequía, el grupo tiene claro que nada del entorno les debe afectar. Ni los comentarios buenos ni malos y mucho menos las estadísticas, como aquella de la maldición del superlíder, la cual le ha pegado muy duro a La Máquina, pues en las cinco ocasiones que llegó con este estatus ni siquiera avanzó de los cuartos de final.
Por tal razón, Adrián Aldrete lo dejó muy claro: no cree en las maldiciones y Pedro Caixinha tampoco.
“Trabaja el que crea en maldiciones. Yo no creo en maldiciones, entonces yo no debo trabajar nada, yo tengo que trabar en el campo lo que nos pide Pedro, pero hasta la fecha no nos ha pedido nada que trabajemos en maldiciones ni pongamos veladoras ni nada de eso”.
También, el lateral izquierdo sabe que nunca se dejará satisfecha a la crítica y a los aficionados que quieren ver a Cruz Azul fracasar, pero advierte que nada de eso afecta al grupo.
“Hay muchas personas que no sé si quieran que nos vaya mal, pero de algo tienen que hablar; lastimosamente hoy en día quien sea “contreras” te da el rating; el equipo está hermético desde la jornada uno; cada uno tiene que hacer su trabajo y no dejar que eso no nos afecte, que ni siquiera entre”.
Sobre el rival, Aldrete fue muy claro y precisó que a Querétaro no se le puede subestimar.
“Querétaro en temporada regular nos ganó y tenemos que partir por lo que no hicimos bien; hay que salir a hacer nuestro trabajo, no podemos regalar nada y mucho menos subestimar al rival; hay que ir paso a paso y no pensar en otras cosas. No cerramos el partido como debimos, fue una derrota que nos dolió, pero fue una derrota donde nos dimos cuenta que no nos sobra nada”.