Ante la fuga de referentes en Chivas y el mal momento que atraviesa el Rebaño, el cuadro que dirige Cardozo reposa en el talento de su '10'; a pesar de claroscuros, está funcionando
Eduardo 'La Chofis' López (Mexsport)
Rubén Guerrero Atilano
Ciudad de México /
Varias semanas atrás, el panorama para Chivas era el más desalentador posible. Muchos cambios. La salida de Matías Almeyda, a la postre la de Francisco Gabriel de Anda y más tarde una renovación de plantilla, con la fuga de elementos vitales, como Oswaldo Alanís, Rodolfo Cota y Rodolfo Pizarro. La prensa no minimizó en críticas y buscó culpables; la plantilla carecía de figuras, de nombres relevantes, y para peor, los malos resultados, ya con Saturnino Cardozo, comenzaron a convertirse en algo cotidiano. Crisis.
En uno de sus más famosos escritos publicados, Albert Einstein sostenía una versión acerca de la crisis en los seres humanos: "Es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura"… Este escenario es muy similar al que ahora vive uno de los protagonistas de Chivas, quizás de los más criticados en tiempos recientes: Eduardo López. El volante ha recibido todo tipo de acusaciones, desde el sobrepeso al que es propenso, hasta indisciplinas extra cancha, pero la realidad es que a sus 23 años representa esperanza.
Luego de tres descalabros en Liga, el cuadro de Cardozo salió a la cancha del Luis Pirata Fuente con la firme intención de comenzar a borrar la imagen de inestabilidad mostrada previamente. Con un equipo como los Tiburones, con más escándalos que goles en lo que va del semestre, los rojiblancos se liberaron de cualquier presión y mostraron parte de la capacidad que pueden implementar. Eso sí, con López Ramírez a tope del rendimiento. El '10' del Rebaño Sagrado cargó con una ofensiva vapuleada duramente en días anteriores y marcó un par de goles fundamentales. El segundo, una gran definición.
Al minuto 12, López tomó la pelota de la media cancha de los escualos, venció a un par de rivales más por técnica que por velocidad e ingresó al área de los Tiburones, para consumar su primer gol ante Pedro Gallese; Chivas imponía condiciones con superioridad de tenencia de la pelota y una especie de vértigo cada que rebasaba tres cuartos del terreno de juego. Los de casa veían cómo circulaba el esférico e intentaban controlar los embates. Al 24', Orbelín Pineda intentaba organizar un ataque congruente en zona de definición, pero perdió el balón, que cayó en los botines de Eduardo y éste definió sobrado ante la salida del arquero.
Ficha técnica
Javier Eduardo López Ramírez
El atacante consumó su mejor noche con Chivas, protagonizando el aparato ofensivo del Rebaño, justo cuando la crisis azota fuertemente al equipo. Los tres puntos revitalizan el andar de Cardozo y sus pupilos, al tiempo que le brindan a Eduardo una posibilidad que antes se le había negado, ya fuera por la presencia de Pizarro, que acaparaba los carteles, o bien, ante las constantes bajas de juego de él mismo. Hoy, con el '10' en el dorsal, está llamado a ser relevante y tal parece que, por lo menos por lo visto, lo está consiguiendo. Será cuestión de tiempo para confirmar su madurez en la cancha.
TAMBIÉN EN COPA
Tres días antes del duelo en Veracruz, Chivas recibió la visita de Alebrijes de Oaxaca en el estadio rojiblanco. El resultado, aunque careció de solvencia ofensiva y mayor cantidad de anotaciones, le dio protagonismo a López Ramírez. Al 15', Ángel Sepúlveda desbordó por el sector derecho, mientras Lalo aparecía en el centro del área del sinodal en turno para rematar, como nueve, una pincelada que le dio el único tanto del encuentro al Rebaño. Así, Eduardo tuvo una semana redonda, siendo fundamental para proyectar otro rostro de su equipo.
EL TRABAJO MENTAL
Bajo la gestión de Matías Almeyda, el propio timonel argentino llegó a reconocer, más de una vez, la capacidad de Eduardo López, incluyendo la recomendación de que la prensa le dejara de llamar Chofis, apodo que no le gusta al volante. "Es un futbolista de dimensiones europeas; logrará tanto como se proponga", decía el Pelado, siempre cercano a él. Ahora, con Saturnino Cardozo en el banquillo, el paraguayo también le ha tomado como estandarte, tratando de trabajar la inteligencia emocional como una de sus prioridades. Está funcionando.