Francisco Palencia, un hombre de perseverancia

El ‘Gatillero’ asume su nuevo reto con Lobos BUAP como lo hizo desde siempre en su andar profesional: con la determinación y valor del que sabe lo que ha costado llegar hasta ahí

Francisco Palencia (Mexsport)
Rubén Guerrero Atilano
Ciudad de México /

El carácter se forma de diferentes maneras. Para Francisco Palencia, habría que remontarse hasta su adolescencia para comprender su gusto por los autos, la pasión por el rock y hasta su apego familiar. Las tardes transcurrían con rapidez en la colonia Industrial, en Gustavo A. Madero, muy cerca de Insurgentes, donde el padre de Paco tenía un taller mecánico a pocos pasos de su casa. Aquí, el ahora entrenador de Lobos BUAP pasaba gran parte de su tiempo libre, en medio de motores, pláticas sobre bandas legendarias de la música y hasta el futbol, otro de los pilares de su día a día. Desde ahí, comenzó la historia del que después sería futbolista profesional y hoy, el más reciente nombrado timonel en la Liga MX.

Casi a diario, Paco Palencia se trasladaba más de 30 kilómetros en ida y vuelta, la mayor cantidad de ocasiones en transporte público para llegara a La Noria, donde entrenaba con Cruz Azul. Así lo hizo por varios años, hasta que su esfuerzo le reditúo en pequeñas recompensas: convocatorias con el primer equipo, consideraciones por cuenta de selecciones menores y más tarde, el debut en Primera División. En la actualidad, su responsabilidad es máxima con un escuadrón como Lobos BUAP, como en aquellos años de juventud, rock y autos, pero al igual que en dichos años, tendrá el respaldo de viejos conocidos, en este caso, Manuel Lapuente, el director deportivo del club.

"Estoy muy ilusionado, contento con este reto; sin alarde, me siento bastante capacitado, contento de asumir este nuevo reto, para ayudar a Lobos a mantener la categoría, como prioridad, lograr una comunión entre plantel, directiva, cuerpo técnico y afición. Tengo plena confianza de que conseguiremos los resultados que presupuestamos desde la primera charla para que llegara aquí. También está el armado del plantel, situación relevante, porque al final del día son los jugadores los que ejecutan las órdenes, los que pueden cambiar el rumbo de un partido y conseguir un buen resultado. Vamos bien", asegura en entrevista para La Afición.

No es un novato. Palencia Hernández debutó hace exactamente dos años como timonel de Primera División y lo hizo al frente de Pumas, aventura que concluyó en agosto del 2017, con un equipo en mala racha y la desesperación de una directiva ávida de resultados positivos para acallar las críticas. Paco pagó las consecuencias de diversas circunstancias, entre las principales, el corto margen de maniobra en cuanto a un presupuesto más amplio, pero aún así, con todo y la adversidad de cerca, por lapsos, logró que Universidad Nacional mostrara las características ideales que contempla para sus equipos a dirigir, situación que desea replicar con los de la BUAP.

"El estilo de juego no cambia y me parece que en el tiempo que estuve en Pumas traté de plasmarlo: un cuadro dinámico, que tenga siempre la pelota y que proponga en ataque, pero renunciar a un equilibrio; como entrenador me gusta tener variantes. Será importante encontrar una forma en la que Lobos pueda desarrollar su mejor rendimiento", aseveró Palencia. Y si algún factor fue determinante para que diera el 'sí' a los universitarios, esto sucedió gracias a Manuel Lapuente: "El primer contacto fue con él, lo conozco desde hace muchísimos años y no necesitó convencerme tanto, luego de una llamada, ya habíamos acordado casi todo. Lo estimo y m agrado ser considerado por Manolo", remata.

Sobre las expectativas que el fanático de Lobos depositará en su equipo a partir del Apertura 2018, primer semestre de evaluación para Palencia, el propio entrenador resaltó los valores que su escuadra implementará sobre el terreno de juego: "A la afición puedo decirle que nos vamos a matar deportivamente por defender estos colores, tanto el cuerpo técnico, como los jugadores, que trataremos de plasmar lo que son los y viven los estudiantes, que es el grueso de nuestra gente, fanáticos a los que les cuesta mucho llegar a recompensas, pero que son gente de trabajo, de sacrificio, que piensan en sus objetivos, que se trazan metas y eso intentaremos replicar en la cancha".

INFLUENCIA ESPAÑOLA

En su única temporada con el Espanyol de Barcelona, Paco Palencia generó un vínculo especial con la ciudad, con los Periquitos; de hecho, su residencia familiar está allá, al igual que un par de negocios… En su etapa de formación como entrenador, encontró cobijo en el Sant Cugat, un escuadrón preparativo para futbolistas jóvenes, esto como ensayo a llegar a Pumas. De hecho, en el tiempo que se mantuvo a la espera de alguna propuesta en el timón, Francisco pasó tiempo analizando diferentes propuestas de la Liga española, a estrategas que lejos de los reflectores, lo que lograban era plasmar su ideal de juego. Desde Pablo Machín (Sevilla), hasta Diego Simeone (Atlético de Madrid).

"Hay muchos entrenadores en los que me fijo, particularmente la temporada que recién terminó me gustó mucho Marcelino (García Toral, del Valencia), que tenía un cuadro que atacaba con la misma constancia y determinación que defendía; José Bordalás, del Getafe, también hizo una buena campaña; Juan Carlos Unzúe, que apenas se fue del Celta de Vigo no desentonaba y me parece que es válido nutrirte de ellos; de hecho, hace unos meses tuve oportunidad de hablar con un par de ellos y terminas por convencerte de que vas por un camino apropiado o no. Se necesita, no solo en esta, en todas las profesiones, una retroalimentación con los mejores exponentes posibles".