Siempre bien vestido, analizando lo que sucede al borde del área técnica y de inmediato, retroalimentación con Marcos Reina, su auxiliar. Esta una rutina resumida de Francisco Palencia, que al parecer, ha funcionado con una escuadra tan limitada como entusiasta. Se trata de Lobos BUAP, uno de los protagonistas en el comienzo del Clausura 2019. La Jauría mantiene paso perfecto luego de dos encuentros, pero sus estadísticas van más allá de la frialdad de los números.
De hecho, Palencia acumula una sola derrota en los últimos 10 encuentros, entre los dos duelos del vigente certamen y los ocho anteriores, en el cierre del Apertura 2018. Por increíble que parezca, una de las nóminas con más limitantes del máximo circuito nacional, vive a plenitud en los primeros puestos de la Liga. El gran secreto de Lobos ha sido la solvencia defensiva, recibiendo apenas nueve goles en la cantidad de juegos antes mencionados, así como también ha marcado 18 dianas.
"Somos un equipo trabajador, sin figuras, pero sí con hambre de trascender", dijo después del más reciente encuentro el mismo Palencia en conferencia. Su estilo, que antes había sido cuestionado con Pumas, tras un experimental en CU, hoy, le ha dado dividendos al por mayor a La Jauría. Paco ha sabido cómo engrosar su línea de mayor estabilidad, primero, rescatando a Antonio Rodríguez, un cancerbero de condiciones destacadas, pero relegado en los últimos años a distintas suplencias.
Delante de él, Paco brindó confianza, al menos en el inicio de este certamen, a una línea de cinco defensores, encabezados por Francisco Maza Rodríguez, veterano de mil batallas, que además lleva consigo el gafete de capitán; también hay prospectos jóvenes, como Joaquín Esquivel, otro zaguero, o bien, Aldo Cruz, el lateral izquierdo; Michael Orozco sirve como marcador por derecha, mientras que el hondureño Félix Crisanto complementa el cuadro bajo. La combinación ha sido exitosa.
Palencia, además, ha hecho válida la confianza sobre viejos conocidos para que su travesía en Puebla fuera fructífera. Abraham González, a quien llevó a Pumas, es el corazón de Lobos BUAP, el generador de juego, pero bien respaldado en el esquema de Paco con Michaell Chirinos, otro interior hondureño y el tercer puesto lo disputan Bryan Rabello y el juvenil Óscar Macías, otro prospecto a consolidarse, que fue cedido por Chivas, como varios más, para tener minutos. Es un plan detallado.
En ofensiva, la ecuación es aún más simple, pero tan bien lograda como en todas las líneas anteriores. Palencia encontró en Leonardo Ramos a un tipo de calidad probada, que ya tenía kilometraje en el Ascenso Mx, pero al que nadie le había dado oportunidad en Primera. Paco lo hizo y se ha convertido, desde el semestre anterior, en su hombre gol. Ha marcado 10 veces en once encuentros. Como complemento y desgaste de la zaga enemiga, el brasileño Yago Da Silva es su comparsa.
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Este es el equipo base de un entrenador que, como los propios Lobos BUAP, en algún momento fueron ninguneados. Palencia maduró como estratega y como su misma escuadra, requirió de horas bajas y jornadas de dudas, propias y externas, para entender cómo sacar lo mejor de los suyos. "Sigo estando convencido de que pelearemos por estar ahí, arriba, por darle batalla a cualquier equipo y hacer sentir orgullosos a nuestros aficionados", asegura un Paco con más canas, pero con mayor conocimiento.
ÚLTIMOS 10 PARTIDOS
Lobos BUAP ha sorprendido en el arranque del Clausura 2019, con la solvencia defensiva y la efectividad para sumar unidades.
-6 Triunfos
-3 Empates
-1 Derrota
-18 Goles a favor
-9 Goles en contra
-21 Puntos
-70 por ciento de efectividad