Ray Sandoval, el heredero de Ruidíaz en el goleo de Morelia

En automóvil y con tránsito, uno puede desplazarse de Callao a Lima, Perú, en 24 minutos, tomando la Avenida Óscar Benavides. La diferencia entre una ciudad y otra es mínima. Ambas, son relevantes para el país inca, pero completamente diferentes. La pesca y la renta de aduanas son las principales actividades económicas de la primera; mientras que la capital es el principal centro financiero e industrial de la nación. Matices, pero las dos, primordiales. Este par de casos sirven para ejemplificar un aspecto futbolístico de dos jugadores con paso por Monarcas Morelia. Pasado reciente y presente a consolidarse. Se trata de Raúl Ruidíaz y Ray Sandoval. Son sinónimo de gol.

Ruidíaz Mistich, de padre peruano y madre croata, nació en Lima hace 28 años y de inmediato, conforme pasaba el tiempo, se percataron sus progenitores de sus condiciones naturales para jugar al futbol, sobre todo como delantero, haciéndose cargo de los goles en cuestión. En 10 veranos de trayectoria, ha pasado por las filas de nueve clubes, siendo Morelia con el que más destacó, al grado de emigrar apenas hace unas semanas y convertirse en elemento franquicia del Seattle Sounders, donde ya ha comenzado a reflejar su impronta. Pasó dos temporadas largas con los purépechas y acumuló, por si fuera poco, dos títulos de goleo entre 2016 y 2017.

Innumerables distinciones individuales, como el Balón de Oro al mejor jugador de la Liga e integrar el ataque del equipo ideal en más de una ocasión, fueron parte del recorrido de Ruidíaz en México. Sin embargo, lo realmente importante se mide en sus anotaciones. El ariete marcó 41 tantos en sus dos años en el balompié nacional, en los 73 encuentros que disputó, entre Liga, Liguilla y Copa. Sus números arrojaban un registro de 1.7 partidos cada que se hacía presente en el arco enemigo. La encrucijada para Morelia consistió en cómo suplirlo; ofertas nacionales no le faltaron nunca, incluido el interés de Cruz Azul.

Monarcas se amparó en una alta tasa para retener al atacante. Ni La Máquina, Monterrey y hasta América, se animaron a pagar más de la cuenta por sus servicios; sí lo hicieron en la MLS. Llegó a trascender que, desde inicios de este 2018, Morelia tenía en el escritorio la propuesta del Sounders, que cumplía con la expectativa económica prevista y con un amplio salario para Ruidíaz. Ahora tendrían que encontrarle un sustituto. Sondeos y hasta la propia opinión de Raúl, colocaron como opción a Ray Sandoval, un espigado y plurifuncional elemento, que lo mismo juega como extremo, media punta, que como eje de ataque.

Su primer semestre en el feudo monarca se dio en el Clausura 2018 anterior, ingresando más de recambio con Roberto Hernández y siendo colocado como un extremo, más que de nueve. Ese puesto aún le pertenecía a Ruidíaz. El estratega, confiando en la capacidad de Sandoval, de sus recomendaciones y de lo que había visto en su seguimiento, trató de encontrarle acomodo y minutos en la cancha. Con el primer equipo, apenas si registró poco menos de 500 minutos, apareciendo en 10 encuentros diferentes. También vio acción con la categoría Sub 20 y en Copa; en ningún escenario logró marcar gol, más allá de detalles técnicos.

Ahora, las cosas son muy diferentes. En los primeros tres encuentros del Apertura 2018, Ray ha marcado dos anotaciones. Es, aunque muy pronto, el ariete más efectivo del cuadro purépecha. Sandoval ha colaborado con tantos ante Veracruz, el más recientes y antes frente a Santos. En ambos casos, abrió el marcador y terminó con un resultado que a Monarcas le permitió sumar unidades: un triunfo y un empate. Comienza a ser vital para los de Roberto Hernández. De hecho, su arranque se acercó al mejor inicio de Ruidíaz, en similitud de condiciones. En el Apertura 2016, el primero en mención logró cuatro dianas en tres duelos.

En cuanto a condiciones en la cancha, Ruidíaz demostró contar con la capacidad de generarse jugadas de espaldas al arco, con tiros lejanos que se convirtieron en gol e incluso, aunque no era fornido, ni alto, podía rematar con la cabeza y hacerse presente. Era un matón del área. Sandoval difiere en distintas ramas. Para empezar, con un metro y casi 80 centímetros de estatura, posee mayor control del juego aéreo y aunque, da la apariencia de que es un definidor a la vieja usanza, sabe recuperar la pelota lejos de su zona de confort y con ello comenzar a acercar a su equipo; tiene velocidad y un potente disparo de pierna derecha.