El director técnico del Monterrey, Antonio Mohamed, protagonizó una de las postales más emblemáticas de la Final de la Liga MX donde Rayados se impuso al América en el Estadio Azteca. Con el silbatazo final, el estratega fue captado sentado en su butaca, llorando y apretando el rosario con el que salta a los terrenos de juego en memoria de su fallecido hijo Farid.
En 2006, el pequeño de nueve años sufrió un accidente automovilístico en Alemania, donde también se vio involucrado El Turco; después de varios días en el hospital, murió.
Antonio le había realizado la promesa al pequeño Farid de salir campeón con Monterrey, situación que estuvo cerca de lograr en dos oportunidades, cuando perdió el título ante Pachuca y Tigres; Mohamed llegó a su tercera serie final y por fin, pudo cumplirle a su hijo.