Pachuca, una fábrica de ventas

Los Tuzos se han convertido en un equipo que ha generado ganancias con la formación de jugadores que ha vendido tanto en el mercado nacional como en el internacional

Pachuca, una fábrica de ventas del futbol mexicano (Imago7)
Ciudad de México /

En su aniversario 127 no se puede dejar de resaltar el modelo de negocio que ha conformado Grupo Pachuca. Desde hace algunos años, el modelo deportivo de los Tuzos contempló no solo la búsqueda del éxito deportivo traducido en títulos, también en la formación de jugadores, entendiendo que la producción de talento tiene múltiples beneficios, pues se genera un sentido de pertenencia, se reducen costos (a nivel de fichajes) y se pueden generar ganancias (venta de jugadores) además de que su marca se expone en otros mercados que le voltean a ver con más frecuencia.

Enner Valencia fue uno de los primeros jugadores que más dividendos le dejó a los Tuzos, quienes trajeron al ecuatoriano procedente del Emelec de su país y después lo vendieron al West Ham de Inglaterra tras un buen año que tuvo en México.

Sin embargo, el negocio empezó a ser mucho mejor, porque empezaron a vender el producto hecho en casa. Héctor Herrera fue el primer jugador de la cantera de los Tuzos que fue vendido a Europa, el actual mediocampista del Atlético de Madrid dejó Hidalgo en 2013 para fichar con el Porto de Portugal, donde se convirtió en un icono hasta el cierre de la temporada 2018-19, ya que para la actual fichó por los colchoneros.

El segundo jugador en ser vendido fue Jürgen Damm, cuando se hablaba que clubes europeos estaban interesados en ficharle, fueron los Tigres los que terminaron pagando una suma millonaria por el volante mexicano.

Luego vino Rodolfo Pizarro, una historia similar a la de Jürgen, un jugador que despuntó con los Tuzos y fue campeón en el Clausura 2016, pero los millones de dólares no vinieron de Europa sino de Guadalajara, porque las Chivas pusieron mucha plata sobre la mesa por sus servicios. Como sea, el modelo seguía funcionando y dejando ganancias para el conjunto hidalguense.

Sin lugar a dudas una de las joyas de la corona tuza es Hirving Lozano, quien se fue de Pachuca para fichar con el PSV Eindhoven, club en el que maduró y luego fue vendido al Nápoles, una operación que le siguió dejando ganancias a Pachuca, por el porcentaje que se reservó en ventas futuras del Chucky.

El último en emigrar fue Erick Gutiérrez, un mediocampista de buenas prestaciones que también alcanzó llamó la atención del PSV Eindhoven, donde le ha costado ser un jugador de peso, pero para Pachuca representó un buen monto ingresado.

ZZM

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