La salida de Nicolás Castillo de Pumas supuso una crisis inmediata, hasta hace apenas unos meses. Pocos creyeron que con la baja del chileno, Universidad Nacional saldría avante en cuanto a goles. La directiva apostó por una dupla que, casi sin querer, encontró cohesión necesaria para ganar terreno, acumulando goles, sin tanto protagonismo como cuando se encontraba el andino, pero igual de efectivos.
Se trata de Felipe Mora y Carlos González, que entre ambos suman 14 anotaciones, la mitad de los 28 tantos que Universidad complementa a 90 minutos de que finalice la fase regular del Apertura 2018. Entre el chileno y el paraguayo, han encontrado comunión, festejos y por ende, resultados favorables en pro de los auriazules.
Una ligera venataja es la que divide el rendimiento de ambos arietes. A pesar de que en el papel, González rinda como media punta y Mora, más fijo, como eje de ataque, Carlos marca cada 178 minutos, en tanto Felipe lo hace cada 181. Este alto rendimiento ha sido motor ofensivo suficiente para Pumas, para que los felinos se encuentren clasificados a la Liguilla, a 90 minutos de conocer su destino en la fase final.
Otras de las clvaes para que Mora y González rindieran como hasta ahora ha sido que ambos ya contaban con una adaptación previa al balompié azteca. Felipe, si bien no había demostrado la capacidad que ahora, sí había dado esbozos en las filas de Cruz Azul, mientras que Carlos sí lo había hecho en Necaxa.
La gran prueba para esta dupla será en la última fecha del Apertura 2018, cuando Santos Laguna visite Ciudad Universitaria, una de las mejores defensivas del certamen, con apenas 17 tantos en contra. De hecho, la de los Guerreros es la tercera mejor zaga en cuanto a tantos recibidos. Por lo pronto, Mora y González son el complemento ideal de la ofensiva de Pumas.