La Liga MX y la Federación Mexicana de Futbol determinaron que Querétaro no será desafiliado, pese a todo lo que sucedió el sábado, en el que varios aficionados resultaron lastimados. A cambio, se establecieron una serie de castigos que van desde un partido perdido 0-3 para Gallos Blancos, el club será sancionado un año con partidos a puerta cerrada como locales, un millón 500 mil pesos de sanción económica, veto a la porra queretana de tres años en juegos como local y un año como visitante, además de que la porra de Atlas no asista seis meses a los partidos como visitante.
Al respecto, Mikel Arriola explicó que todo fue responsabilidad del club a nivel directiva y que no se busca afectar a los futbolistas bajo ningún nivel, ya que ellos no tuvieron que ver con la violencia que se generó en La Corregidora. “No queremos hacer pagar a los jugadores y jugadoras del Club Querétaro. La responsabilidad es de la directiva”, dijo. “Es por eso que se tomó la decisión de ir por los responsables”.
Sobre lo sucedido, el presidente de la Liga MX apuntó que “la directiva encabezada por Greg Taylor, Gabriel Solares y Adolfo Ríos quedan inhabilitados durante los próximos 5 años. Por otra parte el club deberá ser vendido lo más rápido posible”.
Además, Mikel Arriola señaló que “la investigación de la Disciplinaria se tienen determinados todos los hechos. Se fijó un aforo de casi 15mil personas, correspondían 600 miembros de seguridad. El comisario solicitó que generaran zonas frías con las barras. La responsabilidad es del club”.
En caso de que el equipo se venda, Arriola fue claro y señaló que el equipo tendría que cumplir con todos los castigos establecidos. “El veto es para el club, en caso de que el equipo se lo lleven, se llevará ese castigo”.
ZZM