Querétaro lo hizo, logró un resultado que muchos pintaban como inesperado, tumbo a un peso completo, derribó a un Cruz Azul que muchos ven como un serio candidato al título. Su primer triunfo como entrenador en la Primera División fue ante un rival de peso y eso es algo que le iluminaba la cara de felicidad, pero el timonel dio todo el crédito del logro a su plantel.
“La verdad que estoy muy contento por el equipo, por los jugadores que hicieron un gran trabajo. Creo que no habíamos podido cosechar en puntos el trabajo que habían hecho en tres partidos y hoy es un premio a su esfuerzo a ese orden a esa disposición, entonces estoy muy contento por ellos”, dijo.
El joven timonel sabe que el camino aún es largo, pero sabe que una victoria como la obtenida ante los celestes es una inyección de moral y más porque el próximo fin de semana le toca recibir a otro grande como lo es América.
“Tenemos que seguir manteniendo esa humildad esa misma solidaridad ser un equipo combativo y que sabe jugar al futbol. Esto lo tomamos con tranquilidad, pero también sabemos que los triunfos cuestan y hay que disfrutarlos también”.
Lo que recalcó Diego fue que pese a que el inicio del torneo no fue el que ellos esperaban, la confianza nunca se perdió y confía en que este resultado pueda ser un punto de inflexión para todo el equipo.
“Nosotros nunca hemos dado aquí adentro, estamos muy seguros de lo que somos, sabemos que no es fácil, que es una nueva estructura hay una reestructuración en el equipo y es paso a paso, pero bueno, el equipo lo entiende bien, tiene muchas ganas de demostrar. La verdad que es un grupo muy solidario y tiene calidad. Es también que ellos se le empiezan a creer porque puede pasar lo que pasó hoy”.