En las buenas y en las malas, las porras de Santos Laguna se mantienen fieles a la causa. El apoyo dentro y fuera del estadio es incondicional, tratando de mantenerse en el marco del respeto aunque a veces los ánimos parecen rebasarlos. Sin embargo, se rigen bajo códigos de conducta para cumplir con su propósito principal, que es alentar a su equipo.
A lo largo de su historia, el conjunto lagunero ha contado con distintos grupos de animación que han resistido a las tentaciones de convertirse en barras al estilo sudamericano. Algunas, como La Tribu, surgió de un ambiente familiar y así ha logrado ganarse el respeto en otras plazas futboleras, donde lejos de generar conflictos, se estrechan lazos de amistad perdurables.
Desde que Santos Laguna militó en Segunda División contó con grupos de aficionados que se reunieron para hacer más notoria su presencia en apoyo al equipo, ya fuera con porras y cánticos, incluso distintas maneras de presionar al equipo contrario.
La Tribu
La Tribu surgió cuanto el equipo albiverde ya estaba en Primera División, surgió aproximadamente en 1995, poco después de que Santos obtuvo el subcampeonato frente a Tecos, gracias a un grupo de aficionados que viajaban cada 15 días a los diferentes estadios donde se presentara su equipo. Eran aficionados como cualquiera, en su mayoría personas mayores, liderados por Gerardo Reyes, quien se dio cuenta que eran una familia apoyando al equipo, por lo cual le dio el nombre de la porra viajera La Tribu.
Tiempos en que Los Muchachos de Zapopan eran pioneros en seguir al equipo, un grupo de personas originarias del estado de Jalisco y laguneros que se enamoraron del Santos dirigido por Pedro García, que casi logra el título.
La Tribu años después fue liderada por los esposos Magda y Ariel, quienes se dedicaron a organizar viajes y en el viejo estadio Corona se concentraban en un solo lugar de la tribuna para coordinarse en la manera de cantar y gritar. Luego se agregaron jóvenes y hubo ciertos cambios que pusieron en riesgo la continuidad de la porra, después de que en 1996 el entonces directivo del Pachuca, Andrés Fassi, fundó la barra Ultra Tuza, copiando el modelo argentino.
“Nosotros organizamos viajes, siempre para apoyar al equipo. La gente nos seguía, Ariel ha tenido ese don de líder y siempre nos apoyamos con los demás grupos, como Sol Plateas, La Komún y otras que desaparecieron”, señaló Magda Tovar.
La Komún
El 4 se septiembre de 2001 surgió la porra La Komún, la cual sí adoptó algunas formas de apoyar similares a las barras sudamericanas, aunque sin dejar de lado la convivencia familiar, tratando de rechazar aspectos negativos como la violencia y otros.
Su nombre se deriva de la palabra “Común” y en el antiguo Estadio Corona se ubicaba en la zona llamada Sol Plateas, mientras que en el actual Estadio Corona, se localiza en la zona oriente cerca de la Cabecera Norte.
¿Cómo se manejan?
Magda Tovar comenta que previo a cada partido se ponen de acuerdo para lo que se pretende hacer para apoyar al equipo, en ocasiones se han reunido fuera de partido para organizarse y saber los cánticos, las porras y la manera de coordinarse para que sea como una sola voz que se haga sentir en todo el estadio.
Afirma que cada uno compra su propio abono y los que no lo tienen compran su boleto. En ocasiones se organizan para realizar actividades que les permitan recaudar fondos para comprar entradas en otros estadios, para viajar, aunque eso casi no se practica actualmente, ya que la mayoría son personas grandes que ya trabajan.
Relación con las directivas
La nostalgia de años anteriores les hace recordar a quienes administraban el equipo, como Alberto Canedo, Gustavo de Villa y Luis Bretado, personajes que ya no están en la institución, pero que en su momento les abrieron las puertas. Eso sí, aseguran que nunca se les regalaron boletos, sólo les han dado facilidades para comprarlos, incluso en otros estadios.
Precisamente al visitar otras plazas, Magda comenta que siempre ha existido cordialidad con las porras del otro equipo, incluso han tenido convivencias después de los partidos.
“Antes se hacían congresos de barras o grupos de animación, conocimos mucha gente, de Pachuca, Pumas, San Luis Morelia, Toluca, Irapuato y otros con los que se hizo buena amistad, nos llevábamos excelentemente. A donde hemos ido nos han tratado de maravilla.
Extraña situación en Querétaro
Magda comentó que lo sucedido recientemente en Querétaro es algo incomprensible. “Nunca nos fue mal ahí, no son agresivos, es una plaza donde solía estar todo tranquilo, pero los que golpearon a los aficionados del Atlas no parecen ser de las porras tradicionales” Ante la situación que prevalece para las barras y las nuevas reglas que implementó la Liga MX, considera que por algunos no deben llevarla todos.
“Parece que lo sucedido en Querétaro fue orquestado, yo hablé con gente de la 51 del Atlas y coincidimos en que golpear así fue extremo, el coraje. La Federación se vio tibia con el castigo, aunque hay sentimientos encontrados que por el actuar de 50 tipos va a perder toda una ciudad”.
Ahora espera que las medidas sean suficientes para que no se repitan hechos violentos y que lo que prepara Santos Laguna funcione correctamente, aunque haya cambios en algunas costumbres de la gente, que tendrá que llegar más temprano al partido.
aarp