Carlos Acevedo se llevó la tarde al anotar por primera vez en Liga MX. Un tanto que además le dio el empate a Santos de último minuto ante el Querétaro, para que amarre al menos repesca.
El guardameta y capitán santista fue felicitado por sus compañeros y cuerpo técnico, cuyo estratega, Eduardo Fentanes, dijo que no le sorprende que su arquero se lance al ataque, pues así lo hace en los entrenamientos, pero lo que sí le sorprendió fue que lo hiciera en un partido oficial.
Indicó que sólo ratifica el buen momento que vive, su aportación en el arco y ahora su contribución para sacar un punto de esta visita.
Hizo referencia a sus declaraciones en el sentido de que la Liga MX es bastante competitiva y en el caso de Gallos Blancos, se trata de un equipo que juega bien, que hizo un buen partido y del lado albiverde hay cosas por ajustar, sobre lo cual no comenta abiertamente, pues señala que la ropa sucia se lava en casa.
"El torneo que hacen mis jugadores es fantástico, solventando las circunstancias sin caer en lamentaciones, haciendo mano de los jugadores disponibles. Ese gol tiene mucha valía y la mejora debe ser continua", expresó.
Del otro lado, Fentanes reconoce el esfuerzo de Gallos, señalando lo difícil que es la situación en general que hay alrededor del club.
"El comportamiento del rival fue bueno, ahora nos costó en esta visita, pero seguimos sumando y está en nosotros cerrar con la visita al América el miércoles y tendremos dos partidos en casa", notificó.
Lo que le faltaba a Gallos
Por su parte, Mauro Gerk comentó sobre lo ocurrido y su expresión que más llamó la atención fue con relación al gol de Acevedo.
"Lo último que nos faltaba es que el arquero nos hiciera gol y de último minuto", expresó el estratega, quien hizo alusión que la suerte no parece estarle sonriendo a su escuadra.
Destacó lo que hicieron ante un rival como Santos y desde su punto de vista, en este partido parecía que era Gallos el que estaba arriba en la tabla de clasificación, así que reitera que no importa dónde se ubiquen los equipos, cuando en la cancha no hay diferencias.
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