Julio Furch encontró el equilibrio con Santos

El ariete de Santos Laguna confiesa que en Torreón vive la plenitud de su carrera y se anima a pronosticar un futuro llamado a la selección mexicana

Julio Furch (Imago7)
Rubén Guerrero Atilano
CIudad de México /

Dijo Diego Maradona apenas hace un par de día: “Para rendir al máximo tienes que estar tranquilo en todos los sentidos, en casa, en contrato, en todo”. El entrenador de Dorados concedió una entrevista para ESPN, en la que profundizaba sobre sus problemas de drogadicción, pero en la que también encontraba tiempo para hablar de su fórmula del éxito, cuando mejor anduvo. En este sentido, Julio Furch, hoy noticia constante del futbol nacional, por su postulación a la selección mexicana, encontró algo similar a lo que remitía el estratega del Gran Pez, pero en Torreón. A sus 29 años y con 20 goles en todo lo que va del 2018, su rutina es la clave. 

Las mañanas transcurren temprano en TSM, donde entrena el primer equipo bajo el sol incandescente, a plomo. La metodología de Salvador Reyes ha relajado las circunstancias en Santos Laguna, que hoy descansa en los primeros planos de la clasificación general y vislumbra a lo lejos la Liguilla. Para Furch, por su cuenta, regresa a casa y platica un rato más con Nadia, su señora, antes de dormir una siesta. Julio despierta para comer algo y después preparar el paseo de Cata, una perrita schnauzer que acompaña a la pareja. El cine, comer en la plaza más cercana y jugar Play Station complementan sus días. 

Alejado del glamour y hasta los reflectores mediáticos, Julio se refugia en Torreón, tierra futbolera, pero también de exigencia y el argentino ha estado a la altura. Con un día a día normal, con una vida sencilla, sin ruido externo, el ariete de Santos Laguna es feliz, se conforma de momento y le sirve de aliciente, pero quiere más. Sus palabras sobre la selección nacional son un llamada, hasta de justicia por su rendimiento, aunque en caso de no ser escuchado, se conformaría con el título de goleo, del que está cerca y en seguir acrecentando el número de cetros con los Guerreros. Furch encontró su equilibrio y a la vez, su felicidad

¿Qué te has encontrado en Torreón que has mantenido un nivel muy alto desde tu llegada?

Aquí encontré mucha tranquilidad, mucho apoyo desde que llegué, por parte de mi familia y del club. Esto es fundamental para concentrarse en lo que te toca, para tener paz en la cabeza y dedicarte de lleno a jugar lo mejor que puedas. 

¿Cómo te benefició, si así fue, la salida de Djaniny Tavares en el ataque

No sé si me benefició o no, quizás ayudó a encontrar una sociedad con Jonathan Rodríguez, que nos fortaleció tanto a nivel cancha como fuera de ella. Es un gran tipo. Es un jugador que con ritmo de juego, con constancia y confianza, es capaz de hacer muchas cosas. Estamos haciendo bien las cosas. 

Vas a cumplir cuatro años en enero desde tu llegada a México, ¿qué te queda por conseguir?

Me queda por conseguir el jugar en la selección… Muchas cosas. Uno siempre quiere seguir mejorando y sumar más títulos en Santos, tanto Liga como Copa, no importa, la idea es seguir sumando medallitas para la institución. El próximo torneo jugaremos Concacaf y nos ilusiona la idea de ganarlo y estar en un Mundial de Clubes. 

¿Este Apertura 2018 luce más cerca el título de goleo?

Sí, de algún modo parece que está más cerca, porque se me viene dando el gol en casi todos los partidos. Gracias a Dios he mantenido cierta constancia y aún quedan cinco juegos para acrecentar de ser posible la cifra. El título de goleo me motivaría muchísimo y creo que también al resto del platel. Es un cúmulo de trabajo colectivo.

Pasaste de conseguir la permanencia con Veracruz, al campeonato con Santos, ¿cuál disfrutaste más?

No, el campeonato con Santos, obviamente. Es algo que se disfruta diferente, que se consigue rara vez y en el que todo es alegría. Es algo impagable. Lo de Veracruz fue de mayor sufrimiento, de no dormir, el título era trabajar, esforzarse al máximo, muy distinto.

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