Uno de los clubes que se ha preocupado desde hace años por la labor social es Santos. El conjunto lagunero creó 'Guerreros de Corazón', un programa de responsabilidad social que ha tenido un gran impacto en la comunidad, gracias a diversas actividades que permiten ayudar a los menos favorecidos.
En este proyecto se ha inmiscuido no solo a los jugadores de divisiones inferiores, sino también a los de Primera División. Rafael Figueroa, ex defensor del conjunto de Torreón, es uno de ellos, y contó a MILENIO-LA AFICIÓN, su experiencia sobre el programa, y sobre todo, cómo ha cambiado su vida.
“He tenido la bendición de estar muchos años en esta gran institución, en donde he visto desarrollarse, crecer en todos los ámbitos, y no se diga en esta gran labor que hace el club, la institución, de esta frase tan espectacular, porque desde el día que la sacaron me gusto mucho el “ganar sirviendo”. Yo en ese tiempo como jugador decía, ‘porque tenemos que hacer este tipo de cosas, si nosotros somos futbolistas’, y empezamos a hacer este tipo de actividades y en lo personal me empezaba a llenar y decía que ´qué padre el poder convivir, el poder hacer labor social’, fue muy importante”.
Santos ha inculcado a los jugadores esa idea de ayudar, de compartir su tiempo y anécdotas con quienes lo necesitan, y así lo han hecho, al grado de que también ha influido en su visión y modo de vida.
“Hacíamos actividades de visita y previo al partido, y al convivir con la gente, al realizar esto, empezaba a valorar las cosas, empezaba a cambiar y a entender. Yo decía ‘cómo con un problemita tan sencillo lo hacemos tan grande’. A mí eso me cambió e influyó mucho en mi vida”.
Figueroa recordó diferentes anécdotas al respecto, pero hubo una que lo marcó y que la recuerda a pesar del tiempo.
“Hay varias historias, pero hay una que me dejó marcado, fuimos con personas con discapacidad visual, y empezamos a jugar con una pelota con una sonaja, y era increíble, unos andábamos por un lado y otros por otro, ni nos acercábamos a la pelota. Ellos lo hacían ver tan fácil. Eso me dejó marcado, por qué cómo pudieron con sus otros sentidos realizan sus actividades sin problemas. Después de eso empiezas a valorar tus cosas”.
Asimismo, el ex defensor explicó que “desde el primer día que ingresé a Santos me hicieron sentir como en casa, te hacen crecer como profesional y como persona, y entonces, cuando empiezan a hacer estas actividades tanto de locales como de visita, fue algo grandioso el poder convivir, el poder ver como las personas a pesar de su discapacidad lograban hacer todo lo que se proponían. Tuve la oportunidad de estar en otros equipos, pero nunca viví esto”.
Ahora, como auxiliar en distintas categorías, Rafa también disfruta de estos momentos, y destacó la importancia de que también los jugadores, desde divisiones inferiores se enfoquen en la labor social.
“Los muchachos conviven con mucha alegría, nos ha tocado hasta pintar escuelas, hemos estado con personas como discapacidad. Hoy ya buscan más al jugador, pero yo lo veo de lejos y me llena mucho. Es muy importante que ellos se desarrollen con este tipo de actividades, porque ayuda mucho para formarte como persona”.
FCM