El amor por los Tigres no conoce límites, y para Junior Puente aplica a la perfección tras manejar más de 20 horas con tal de ver su equipo.
Oriundo de Guadalupe, Nuevo León, Junior viajó con su hijo –Jonathan- desde el pueblo de Kalamazoo en Míchigan; solicitó una semana de vacaciones y estará en toda la gira felina por Texas.
"Venimos desde Míchigan, nos aventamos casi 21 horas sin parar, todo sea por los Tigres. Queríamos ver a los franceses, pero ni modo, ojalá que les vaya bien en los Olímpicos, menos en el primer partido que no les vaya bien”, señaló el aficionado de los Tigres
"Aquí andamos, de acá nos vamos a San Antonio y si Dios quiere y nos presta vida, nos vamos también a Austin y vamos a apoyar con todo", explicó emocionado Puente.
La última vez que había visto a Tigres en vivo fue en el 2019, cuando tuvieron un partido en Houston, por lo que ya tenía ganas de volver a verlos y que su hijo Jonathan hiciera el viaje con él.
"La última vez fue en Houston en un partido contra el América, que gracias a que Paul Aguilar metió un autogol, nos fuimos a los penales y les ganamos, también lo vi con mi hijo", mencionó.
Así es que una vez más queda claro que cuando el amor por un equipo es grande, no importan las distancias ni los tiempos para verlos.