Son 17 años de diabólica locura, aliento y aguante. Así nació la Banda del Rojo

Aunque nació con apenas 26 integrantes, hoy la porra Banda del Rojo es el grupo de animación más nutrido e importante del Deportivo Toluca, no solo en las gradas, también en la ciudad.

"En un inicio nos decían que éramos unos ridículos, unos locos". | Tania Contreras
Jesús Quezada
Toluca /

Fue un febrero hace 17 años que la tribuna poniente del estadio Nemesio Diez cambió de sonidos y vibraciones, modificó su aspecto, su color; ahí en el corazón de esas gradas, justo atrás de la portería, nació la Banda del Rojo.

Desde su origen fue una porra diferente a las agrupaciones a las que ya apoyaban a los Diablos Rojos; irreverentes, ruidosos, festivos, pero sobre todo, con una pasión por el Deportivo Toluca natural y ferviente.

“Se suscita un altercado en la barra Perra Brava porque llegamos a estar todos en la misma tribuna, ahí hubo problemas y decidimos independizarnos como grupo de animación. Hay un número muy mítico en la Banda del Rojo que es el 26, porque es el número de iniciadores, por ahí hay una foto donde hemos tratado de contarnos, pero obviamente nos hacen falta algunos, pero nos quedamos con esos 26”, explicó Carlos Alberto Cárdenas, mejor conocido como El Cejas, uno de esos primeros que gritaron apoyos al equipo mexiquense en la parte baja de la entonces Tribuna de Sol.

Lo mismo recuerda Ángel Contreras Valinor, fundador de la porra que rememora que su amor por el equipo nació del ayuno, pues fueron de esa generación que esperó 23 años para ver campeón a sus Diablos. “Los fundadores hace 17 años de la banda del rojo nos tocó vivir parte de los 23 años del sin título, eso nos forjó en el amor hacía el equipo”.

Esa porra rompió esquemas, al menos de los que estaban en el estadio, pues a las banderas y porras de costumbre se sumaron bombos, platillos, trompetas, tambores y cantos con sonido al unísono, una manera muy sudamericana de apoyar, pero con su sello mexicano, toluqueño, muy choricero, muy rojo.

“Lo único que queríamos era ir a ver al Toluca, cantar, mostrar la pasión que te genera un club, que se toma como una locura”, mencionó Ángel Contreras Valinor.


Mexicanizado

Después de esos primeros alientos, ya sin el arropo de una porra reconocida como era la Perra Brava, esos 26 jóvenes deciden emprender su propio camino, una historia a la que le faltaba identificación, un nombre.

“El nombre surge para darle en sí un contexto más mexicano, pero no dejando de lado que somos los Diablos Rojos, ya no como una barra sino como una banda, con todo el folklor sudamericano”, explicó El Cejas.

“Queríamos tropicalizar un poco ese movimiento que venía del exterior, acá no había barras sino bandas, por eso la Banda del Rojo fue el nombre perfecto”, detalló Valinor.

El colorido de su apoyo al equipo escarlata pronto llamó la atención de más jóvenes, además de una ideología incluyente donde el único requisito para ser de sus filas era compartir la locura por los Diablos Rojos.

“No sabíamos que iba a cambiar la mentalidad de los jóvenes de la ciudad de Toluca, de la manera de ver el futbol, la manera de seguir al Deportivo Toluca, en sí hasta de la afición”, añadió El Cejas.

Esa misma ideología se mantiene hasta la actualidad con los nuevos integrantes, es parte de su esencia. “Es un movimiento que lo digo abiertamente, incluyente, sin temas políticos, sociales, de religión, sin temas culturales, somos un movimiento inclusivo, hombres, mujeres”, mencionó Ulises Hernández, mejor conocido en el grupo como Nerek.

Consolidación

Fue la Copa Sudamericana de 2006 la que consolidó a la Banda del Rojo, esa porra de 26 jóvenes, ya era de cientos, miles, un crecimiento que ni ellos se hubieran imaginado.

“Recordar aquel lugar que teníamos en la esquina, éramos pocos y ahora casi toda la parte baja de tribuna Diablo, todos acoplados, con una identidad y cantos totales para alentar a nuestro equipo”, menciona uno de los líderes actuales de la agrupación, Federico Alonso, Goku.

De local o de visitante, en México o en el extranjero, la Banda del Rojo es fiel alidada de un Diablo, una forma de apoyar que hoy en día han contagiado a todo el estadio Nemesio Diez, que desde hace más de tres años se une a una sola voz para cantar “El matador”.

“Es un orgullo que ahora al minuto 70 toda la gente se una a un canto que nosotros fuimos los que lo iniciamos, cuando en un inicio nos decían que éramos unos ridículos, unos locos”, recuerda Carlos Cárdenas Cejudo, El Cejas.

  • Así, después de 17 años la Banda del Rojo le da vida al estadio Nemesio Diez, son los de siempre y los nuevos, todos aficionados que apoyan, gritan hasta perder el aliento, pero también, recriminan un ayuno de títulos intolerable en un equipo acostumbrado al éxito y a la grandeza.

KVS

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