Julián Quiñones ya se entrena a tope con América, el delantero colombiano llega como fichaje estrella de las Águilas y como la gran esperanza de que sea una pieza clave para alcanzar la añorada 14.
Llega como un futbolista calado en México, con el pleno conocimiento del torneo mexicano, por lo que no debería de pasar por un gran proceso de adaptación más que a la idea futbolística de André Jardine.
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Se espera, porque así es la exigencia, que desde este domingo, en la visita a Querétaro ya marque diferencia, aunque apenas tiene unas horas de entrenamiento, ha llegado en plenitud de condiciones y todo indica que sería el que ejerza de delantero centro en el estadio La Corregidora.
La expectativa es mayúscula alrededor de Quiñones, en la directiva, en el cuerpo técnico, en el mismo plantel, pero, sobre todo, en la afición, porque todos saben que ha llegado un tipo que es sinónimo de gol.
El número 13
Julián será el colombiano número 13 que defienda la camisa de las Águilas, pero de estos, solo 7 han jugado con América en los puestos de ataque: Leonardo Fabio Moreno, Andrés Chitiva, Luis Gabriel Rey, Carlos Darwin Quintero, Andrés Ibargüen, Roger Martínez y Nicolás Benedetti.
Sin embargo, a fuerza de ser honestos, ninguno de ellos ha dejado un legado futbolístico digno de un recuerdo, es cierto que algunos lograron títulos, pero en dichas conquistas no tuvieron un papel protagónico. Quizá uno de los que peor imagen dejó fue el Cantante Moreno, quien solo marcó 6 goles con el cuadro de Coapa en dos etapas.
Y jugadores que llegaron con el cartel de figuras en otros equipos, pero en el Nido no brillaron, tipos como Andrés Chitiva, quien en Pachuca fue desequilibrio puro, pero en Coapa pasó sin pena ni gloria. O Darwin Quintero, quien pese a que ganó dos Concachampions nunca logró mostrar ese nivel que arrojó en Santos y sus destellos fueron más que limitados. O Luis Gabriel Rey, quien también fue una figura en Atlante, pero en Coapa el Canguro no logró ser ese killer, pese a que fue parte del equipo que ganó el título del Apertura 2014.
Y en las épocas más recientes también se dieron casos de jugadores que presumirán de palmarés, pero para el seguidor americanista serán un mal recuerdo. Tipos como Andrés Ibargüen, quien ganó una Liga, una Copa MX y un Campeón de campeones, pero su papel siempre fue secundario.
Lo mismo pasó con Nicolás Benedetti, una de las promesas del futbol colombiano, pero que en el Nido fue de momentos fugaces, entre lesiones e intermitencia, no logró despegar, aunque celebró una Copa Mx y un Campeón de campeones.
Y sí, el colombiano más decepcionante de los últimos tiempos fue nada menos que Roger Martínez, quien llegaba como bomba del mercado europeo y fue menos que un petardo, porque el colombiano fue apático, amagó en varias ocasiones con irse, se negó a salir a Miami y se instaló en la comodidad del club, pero igual de culpable fue quien lo trajo al club, aunque pueda presumir de una Liga, una Copa y un Campeón de campeones.
Julián llega a América con la consigna de brillar, puede ser el primer delantero que dejé una huella importante, para eso lo trajeron, para que en diciembre sea una de las imágenes levantando el trofeo de campeón.
MGC