El campeón hizo respetar la casa. Atlas le pegó 3-0 a Tigres en la ida de las semifinales del fútbol mexicano con un Julián Quiñones, quedan 90 minutos en el Volcán, los regios necesitan tres o más goles sin recibir para igualar la serie y soñar con la Final, la mala noticia es que a la medida que avanzan los partidos, el Zorro se crece.
Descifrar al Atlas es complicado, tanto, que esta vez Diego Cocca decidió apostar con Luis Reyes en el centro del campo ante la ausencia de Jeremy Márquez, le respetó el momento al ecuatoriano Aníbal Chalá y regresó al peruano Anderson Santamaría a la central.
Razones suficiente le dio Chalá al estratega cuando al 5’ el sudamericano intentó a la media vuelta vencer a Nahuel Guzmán, pero el balón se fue por un costado de la portería.
No se puede negar que la primera mitad que ofrecieron los Zorros fueron los mejores minutos en lo que va de la liguilla, que ya es mucho decir si se contempla que en ningún momento fueron superado por Chivas en 180 minutos.
Fue entonces que se iluminó el juego para el local. Otra vez Chalá a la espalda del marcador, esta vez Jesús Dueñas por un balón largo de Julián Quiñones, al llegar al área, Aníbal fue derribado por Nahuel. Penal para Atlas.
Apareció Julio César Furch en esa portería sur que en diciembre del año pasado le volvió inmortal para el aficionado atlista. Agónico, de rebote, pero desde los once pasos el argentino puso por delante a la Furia en el marcador al 39’. El Jalisco era una locura.
Los tapatíos no se hicieron menos ante la ventaja. La modificación de Reyes dio frutos en el 60’ con una triangulación que terminó en los pies del Hueso que la mandó a guardar. 2-0 más que merecido, Atlas tenía el momento.
Pero con Tigres no se puede pensar que el duelo está en la bolsa. La artillería que tiene el Piojo le dio para meter al rival en su área cerca de 15 minutos, el problema es que la defensa atlista se comportó como lo que es, la mejor del año.
Al 73’ Ema Aguilera salvó en la línea que parecía un gol cantado de Soteldo, en el 76’, por si fuera poco, Camilo Vargas le recordó a la Liga MX que el mejor portero de la liga ataja de rojo y negro, desvió un disparo de Guido Pizarro que después impactó el poste y se perdió.
Fue el momento de Julián Quiñones, un hombre que hace apenas un año vestía la camiseta de Tigres, que llegó al Atlas buscando oportunidades y que las encontró convirtiéndose en un referente.
Tomó el balón en tres cuartos de cancha, se encaminó a portería, probó desde fuera del área y venció a Nahuel. 3-0 en el final del juego, el Jalisco se rindió a los pies del colombiano que pisó el clavo final. Atlas pegó y duró en la ida de las Semifinales. 90 minutos le separan de disputar la Final del Clausura 2022.
MGC