El 4 de diciembre de 2012, Pachuca como equipo de futbol y como ciudad perdería a uno de sus personajes más apreciados por propios y extraños al futbol, Miguel Calero, el portero colombiano sufrió una embolia que le provocó un infarto cerebral.
“El Cóndor” dejó de jugar al futbol profesional un año antes a casusa de una trombosis en el brazo izquierdo. Su último partido fue contra Pumas, en la jornada 14 del Apertura 2011, se disputó en el estadio Hidalgo.
Historia y logros de Miguel Calero con los Tuzos
El colombiano llegó a los Tuzos en el año 2000, un año le bastó para jugar su primera final en el Verano del 2001 quedando subcampeón ante Santos Laguna; obtuvo su revancha en el Invierno del 2001 conquistando su primer título contra los Tigres de la U.A.N.L; conquistó la Copa Campeones de la CONCACAF 2002; salió campeón en el Torneo Apertura 2003 y subcampeón de la Copa Campeón de Campeones 2003-2004.
En este punto de su paso por Pachuca, Calero se había adueñado de los corazones de la afición dándole a la posición de portero un status especial; era querido, respetado y admirado por grandes y chicos, estos últimos crecieron entendiendo que cuando jugaban era el guardameta el único que además de guantes usaba gorra y si a la indumentaria se le sumaba uno de los suéteres que usaba el colombiano, se daba por entendido que esa portería sería defendida incansablemente, buscando emular las atajadas de su ídolo.
En el torneo Clausura 2006, además de ganar el título al San Luis y haber recibido su primera final de vuelta en el Estadio Hidalgo, luego de vencer a Chivas con un gol que hasta Aquivaldo Mosquera le concede, Calero, fue distinguido como el mejor portero del torneo; Calero comandó el máximo logro deportivo conseguido por un equipo mexicano hasta la fecha; ganó la Copa Sudamericana contra el Colo-Colo de Chile; además de la Super Liga 2007; esa final es recordada por que en tanda de penaltis, el arquero le atajó un penal a un jugador incómodo para los mexicanos Landon Donovan, extendiendo la serie a muerte súbita que a la postre le daría el título a los Tuzos.
Conquistó también la Copa de Cocacaf 2008, fue subcampeón del Clausura 2009 contra Pumas y ganó el título de la Concacaf Liga de Campeones 2010.
Ese 4 de diciembre el futbol se vistió de luto, Pachuca despidió a su máximo referente y la ciudad lloraba por su último gran héroe que sigue presente en el recuerdo de los aficionados y del club que acorde a su legado, le puso su nombre al centro de formación de porteros, como una especie de homenaje o de recuerdo para las nuevas generaciones de que de llegar al marco de los Tuzos, se encontrarán con una batuta difícil de llenar, pues es la del hombre que declaró “Si volviera a nacer, me llamaría Miguel Calero, sería portero y defendería a huevo los colores del Pachuca”.