En América impera la filosofía del triunfo. Sí, es un club que vive con la exigencia de ganarlo todo, así que los jugadores que pasan por sus filas deben tener esa mentalidad. Y justo eso distinguió a Eduardo Bacas, quien además siempre se distinguió por el respeto a sus compañeros de profesión.
De 1981 a 1987 Lalo Bacas jugó para el América, tiempo en el que consiguió tres campeonatos de Liga y se convirtió en un pilar azulcrema. Hoy, de cara el Clásico Joven contra Cruz Azul, comparte cómo se vivía la rivalidad en la época.
“Era un rival de respeto, con buenos jugadores, bien dirigidos, bien apoyados por su público; la verdad, el público de Cruz Azul, en aquel entonces, lo apoyaba porque los resultados se les estaban dando con El Gato Miguel Marín, que fue la figura de figuras, Bustos y un montón de jugadores que realmente hicieron historia. A mí me tocó un poquito de esa época, y me tocan los 80 donde ya los jugadores estaban grandes. A mí me gustaba enfrentarlos porque eran buenos partidos y la gente se divertía”, contó para MILENIO-La Afición.
El ex futbolista argentino, quien llegó procedente del Rosario Central para el América en la Temporada 1981-82, confesó que con La Máquina había mejores juegos, futbolísticamente hablando, por la calidad de sus elementos.
“En los clásicos siempre hubo discusiones fuertes, de mentadas; discutes y te vas a los golpes, eso no está bien, pero en aquel entonces el futbol se vivía de esa forma, porque nosotros tuvimos broncas monumentales contra Chivas, que digo no son ejemplo para nadie. Con Cruz Azul los partidos eran mucho más cómodos, más lindos, eran más bellos estéticamente, porque se podía jugar al futbol, porque Cruz Azul te permitía por la calidad de jugadores que tenía. Hoy también tiene buenos jugadores”.
El respeto al rival
Y sí, lo que Lalo tenía de aguerrido, también lo tenía de caballero. La muestra está en uno de los clásicos que le ganaron a Cruz Azul, y en el que le metieron cinco goles a Ricardo Ferrero. El Oso, además de rival, era un amigo para él, así que lo fue a buscar al término de juego para consolarlo.
“Una vez, un partido que ganamos 5-0 en el Azteca el portero era el Oso Ferrero, quien había sido compañero mío en Rosario Central; tres o cuatro compañeros nuestros del América fuimos al vestidor de Cruz Azul a tratar de hablar con el Oso, a consolarlo, sabiendo que él estaba mal por los goles primero, y después por el problema de ciática que traía; no los sabía nadie, nadie lo supo nunca, toda la gente creía o cree al momento que el Oso se había comido los cinco goles.
“Lloraba el Oso, yo convivía con él aquí en la Ciudad de México, vivíamos cerca, en la Colonia del Valle. Entonces nos acercamos… Alfredo (Tena), Cristóbal Ortega, debe haber ido el Ruso (Brailovsky) pedimos permiso, pedimos autorización, como que la gente de Cruz Azul se sorprendió en aquel entonces, porqué decía, ‘o sea, vienen a burlarse’, y no, la verdad que no; al contrario, el partido se terminó y fuimos a respaldar a un compañero”, relata.
Eso sí, Eduardo Bacas admite que en este tipo de partidos, los clásicos, se vive una presión diferente al del resto del torneo: “Se entrena de la misma forma, pero lo que sí creo y sí siento que esa semana previa a esos partidos, sí está cargado de presión. Está cargada de presión por parte del dirigente que está presionando todo el día que es un partido que no se pueden perder, te presiona el compañero, la gente y el que más te presiona es el periodismo”.
Sin favorito este sábado
De cara al duelo de este sábado, Eduardo Bacas ve un partido parejo, pese a que América ha levantado en los últimos juegos, mientras que Cruz Azul se ha caído de manera alarmante.
“Ninguno de los dos es favorito, veía a Cruz Azul el fin de semana y juega bien. Yo creo que el América… si subestima al Cruz Azul, se va a llevar una sorpresa; llega Cruz Azul con muy buenos jugadores, compitiendo el partido a muerte. Hoy se ve que el técnico entendió lo que es el futbol mexicano, hoy ya no están con el ‘voy al ataque porque voy al ataque’, ya se comieron varios goles y hoy seguramente cerrarán más el juego, así que el América no se puede confiar”.
MGC