Después de algunos intentos fallidos, Santos Laguna por fin tiene como director técnico a Ignacio Ambriz, uno de los mejores estrategas mexicanos de la actualidad, que llega con el compromiso de sacar adelante a un equipo aturdido que agachó la cabeza luego de seis jornadas del Clausura 2024 y ahora busca levantarse sostenido de nuevas ideas.
En entrevista, Nacho explicó los motivos por los que llegó a la Comarca, la visión que tiene y objetivos inmediatos en los que ya trabaja para revertir el daño que ha sufrido el equipo, como es la pérdida de confianza y recuperar la identidad que ha distinguido a este equipo por tradición.
¿Cómo se dio tu llegada?
No se da de ahora, es de tiempo atrás. Ya se me había acercado Grupo Orlegi, por alguna u otra razón no se había dado, no eran motivos de ellos ni míos.
Luego Dante y Braulio hablaron conmigo cuando me habían despedido del Huesca, pero en ese momento mi cabeza no estaba como para meterme a un compromiso que en vez de quedar bien, iba a quedar mal.
Yo les pedí un poco de tiempo y por equis razón no se volvió a dar. Ahora, estaba de vacaciones por lo que había sido mi operación y cuando Lalo Hernández, quien maneja el tema de mis contratos me llama y me dice que le había marcado Santos no lo dudé, le dije que le diera para adelante, que yo quería trabajar ahí, porque de nuevo me volvían a buscar y yo creo mucho en Dios y no es normal que otra vez se dé esto para ir a trabajar a este club.
Analicé cómo estaba el equipo, me gustó la parte de los jóvenes, la columna vertebral está fuerte con jugadores que ya tienen tiempo, como Acevedo, Dória, Hugo, Cervantes, Preciado, el mismo Aquino a quien conozco, el mismo Raúl López, vi que es un club interesante.
¿Con qué te has encontrado en Santos?
Hoy me siento contento, las instalaciones son impresionantes, puedo decir que cada vez que venía acá me preguntaba que cuándo iba a tener una cancha como esta y ahora la voy a tener, porque me encanta que el equipo juegue por abajo, que juegue bien al futbol y creo que se los he dado a entender a los jugadores, que una de las decisiones porque vine, porque parece que las necesidades se juntaron.
El jugador necesita también un poco de abrazo, de cariño, de exigencia. Busco mucho contacto personal para convencerlos de lo que quiero y les he dicho que quiero verlos disfrutar ya. Cuando vean que me siento en una hielera es porque estoy disfrutando lo que hace el equipo.
¿Cómo recuperar el protagonismo?
La afición muchas veces se aleja porque no ve que un equipo defienda su sello, porque no se identifican con lo que la gente hace, que es luchar cada día, levantarse a las 5 de la mañana para ir por el sustento para la casa, eso lo entiendo y me gusta, es una razón para yo exigir. Por otro lado, hoy todo mundo vive de vender buenos jugadores y yo digo que cuando te compran, pues vende, pero me gustaría que las decisiones que se tomen estuvieran respaldadas por alguien que ya está detrás para ocupar ese lugar, aunque al principio cueste un poco.
¿Qué conoces de Santos?
Conozco en la parte de estudiarlos como rivales, hoy los empiezo a conocer desde cómo caminan, desde cómo se quejan, cómo me miran, si me están creyendo o no.
Esa parte la iré conociendo cada vez más, porque hay pláticas personales y con el grupo, pero lo que me está gustando es que la gente de esa columna vertebral, acepta que no están bien y eso es una buena autocrítica. Yo quiero recuperar a esos jugadores a los que me enfrentaba, porque ellos me decían que querían enfrentarme porque se daban buenos partidos, eso hay que despertarlo. Sabemos que para calificar, ganando en casa se logra, entonces necesitamos volver a jalar a la gente y eso se logra con lo que ven en la cancha.
¿Crees que le cueste al equipo el cambio de sistema de juego?
Cuando llego a un equipo busco recuperar la cosas buenas que todos tenemos, esas transiciones rápidas cuando hay espacios, tratar de seguirlas fomentando, sacarles el mayor provecho con la gente rápida que se tiene.
Después, poco a poco iré metiendo mi idea. Manejo tres zonas para defender y es la zona 1 que es cuando se presiona la salida, que es lo que llaman presión alta; la zona 2 y la 3 que es el último bloque de nosotros, ahí convenzo al jugador que muchas veces ellos son los que deciden, si están cansados quieren esperar o a lo mejor lo hacen a propósito para salir a contragolpe, pero lo que puedo asegurar es que les voy a meter lo de la posesión de la pelota.
EGO