Aquí está el América, el actual bicampeón, ese animal de Liguillas que tiene un gen especial en estas instancias, un equipo al que no le importa si le dan crédito o no, las Águilas tienen, en el arranque de la Liguilla los azulcrema vencieron 2-0 a Toluca, un marcador que deja con altas expectativas la vuelta, porque el equipo de Jardine no saldrá a acobardarse en el Nemesio Diez.
Al final, ni Henry ni Diego pudieron entrar en la convocatoria, a la espera de que ambos puedan estar para el juego de vuelta, porque es ahí donde América se jugará sus cartas.
Jardine mandó una línea de cinco, tenía un doble plan: tener solvencia en defensa y buscar encontrar profundidad con Kevin y Chicote. Mientras Toluca no fue un equipo agresivo, se contuvo; sabía que llevar el duelo a un intercambio de golpes era algo muy riesgoso, cedió la iniciativa, temió la explosividad que pudieran ofrecer Brian, Aguirre y Zendejas y su plan fracasó.
América logró uno de sus cometidos, contuvo a los Diablos, porque en defensa Ramón, Cáceres y Reyes le marcaron el alto a Paulinho, Vega, Violante y Angulo.
Tuvo sus chances América, ocasiones que no se sabe cuánto pueda lamentar, sobre todo una de Aguirre, cuando Volpi falló en una salida y Cervantes ganó el balón, el Búfalo quiso ponerlo en el ángulo en lugar de bombearlo. Fueron quizá los mejores momentos de las Águilas, con aproximaciones, pero sin tino a la hora de buscar portería.
Toluca no se aceleró, mantuvo su plan de juego no se alteró, ellos no eran el necesitado y tuvieron sus chances en un tiro cruzado de Violante y en un pase filtrado para Marcel que Malagón bloqueó con una oportuna salida, pero nunca compareció el segundo lugar del torneo.
Y cuando por fin América hizo daño en una pelota detenida, el gol de Israel Reyes fue anulado por fuera de juego. Duelo trabado, con los dos equipos sin determinación.
El Búfalo agita el juego
América pareció dar un paso adelante en el complemento, al menos tuvo la intención, era cosa de tiempo para que asumiera riesgos por necesidad y por la obligación de sacar una ventaja para la vuelta. Rugía el estadio como el equipo lo pedía y ahora le tocaba a los jugadores dar ese plus en el campo, pero estresar a Toluca no es nada sencillo.
Los Diablos fueron pasivos, nada de explosividad, no había noticias del campeón de goleo que había sido bien amarrado por Juárez. No se veía ese segundo mejor equipo del curso, muy amarrado y confiado a definir en la vuelta.
Vino entonces ese fallo de Toluca, una pelota perdida por Pereira en la salida, Brian se la ganó, el Rayo desbordó, luego, la pausa justa centro y Aguirre se levantó en el área para cabecear y poner la pelota lejos del alcance de Volpi al 67’.
Era otro partido, otra serie, porque Toluca debía dejar de ser contemplativo, el equipo de Paiva reaccionó y Vega se topó con Malagón. La agresividad de América se sintió en el cierre, un traca traca en el área que acabó con tres remates que milagrosamente no acabaron en gol, primero de Brian, luego de Aguirre y por último de Cervantes.
Y sí, América olió la sangre, los nervios de los Diablos y en un contragolpe Aguirre encontró el segundo con una buena definición con la pierna izquierda. Al 82’, los de Coapa daban un golpe que puede ser letal.
América está en modo Liguilla, uno en el que Toluca no entró en el juego de ida y lo puede pagar muy caro. Queda una vuelta vibrante.