El récord se hizo esperar y como buen invitado a una fiesta llegó hasta el final de la misma.
Cruz Azul sufrió con Tigres, que hasta el último minuto conservaba la ventaja del partido, luego de un penal cobrado por Nico Ibáñez, pero en tiempo de compensación, Ángel Sepúlveda, quien se ganó su llamado a la selección, se lanzó y con la testa la mandó al fondo para el 1-1, suficiente para llegar a 42 puntos y superar la marca de puntos en torneos cortos con 17 jornadas.
Cerca se quedaron de batir el máximo puntaje en temporadas con 19 partidos, que es de 43, pero ya habrá tiempo para seguir haciendo historia.
LLEGÓ EL RÉCORD
Éste fue uno de los encuentros más complicados para Cruz Azul de la temporada y no precisamente porque fueron atacados desde el principio, sino porque Tigres planteó un bloque defensivo que a los cementeros les costó superar.
Se esperaba más un rival como los Felinos, que a sabiendas de que Toluca había ganado su partido contra América y por eso ellos debían ganar en El Estadio Ciudad de los Deportes. Quizás la historia hubiera sido diferente si André-Pierre Gignac no se hubiera lesionado ni hubiera tenido que salir apenas a los 10 minutos del encuentro.
Piovi volvió a la titularidad luego de perderse el partido contra Atlas por acumulación de tarjetas y junto a Willer Ditta y Erik Lira adelantaron líneas en busca de abrir los espacios en cancha de los regiomontanos.
Pero ninguno de los intentos de La Máquina dio frutos en el primer tiempo. Lo más cercano fue un disparo de Ángel Sepúlveda que conectó de primera intención, pero que se fue por un encima del arco.
Y del otro lado, Sebastián Córdoba tuvo una frente al arco, pero su disparo no llevó dirección a portería y se fue por un lado.
El funcionamiento de los regios no convenció a Veljko Paukovic, quien tuvo que hacer modificaciones antes de irse al descanso. La Máquina esperó para el segundo tiempo.
Rodolfo Rotondi perdonó en la primer que tuvo en el complemento. El mediocampista conectó de primera intención un servicio de Jorge Sánchez, pero mandó el balón muy por arriba del arco de Nahuel.
Sepúlveda tuvo algunas más. Recibió el esférico en el manchón penal y con dos jugadores marcándolo, controló el balón y la punteó, pero el esférico se fue por un lado.
Un par de minutos después, Rodo mandó un servicio al área, Sepúlveda peleó mano a mano con Jesús Angulo y el zaguero felino cayó y dejó solo al atacante; Sepúlveda resbaló y no pudo conectar con eficacia el balón, que pasó rosando el poste.
La contundencia que tuvo Cruz Azul en los partidos anteriores desapareció para este compromiso y ninguno de los jugadores entre los que se repartieron las 38 goles anteriores tuvo la certeza que necesitaban.
Anselmi mandó a la cancha a Ignacio Rivero y Andrés Montaño para tratar de darle mayor orden a su equipo.
La emoción llegó a tope cuando pasados los 80 minutos, Ángel Sepúlveda entró al área y en la jugada el balón pegó en la mano de Diego Reyes, mientras se barría. El árbitro central corrió a revisar la jugada en el VAR y decidió que no era penal a favor de La Máquina.
Segundos después, Piovi derribó a Antuna en el área y el silbante marcó penal a favor de los visitantes. Nico Ibáñez se colocó en el manchón penal y esperó a que Mier se venciera para pegarle al centro del arco y poner en ventaja a los felinos.
Parecía que así terminaría el encuentro, hasta que apareció el Ángel del gol, que en tiempo de compensación se lanzó y con la cabeza la mandó al fondo para el 1-1 agónico.
El estadio se cayó y la afición cementera festejó casi como un título ese gol.
Esta Máquina es histórica, pero ahora tendrá que esperar para seguir en competencia en la Liguilla y pelear por el título.
RGS