Pumas se llevó el Clásico Capitalino, Universidad le pegó al bicampeón por 1-0 en el estadio de la Ciudad de los Deportes. Los auriazules fueron un equipo sin tregua, que combatió en su trinchera y puso mucho orgullo para doblegar a un América que sigue dando tumbos muy peligrosos, porque el monarca de la Campeones Cup se va a la cama fuera de la zona de liguilla.
América y Pumas salieron a dirimir un partido en el que siempre se juegan más que tres puntos, un duelo en el que ambos estaban obligados a ganar, por lo moral y lo estadístico. Los de Coapa llegaban fuera de zona de liguilla y para los Universitarios era la ocasión de dar un golpe de fuerza en el torneo.
Fueron las Águilas las que sorprendieron con su cuadro de arranque en el que Jardine hizo varias modificaciones, pero ninguna de ellas tuvieron el peso que se esperaba.
Mientras Pumas salió con ciertas precauciones, pero poco a poco se fue dando cuenta que su rival no tenía el mismo peso de otras jornadas, tomó confianza el equipo de Gustavo Lema y sacó renta de los fallos que tuvieron los azulcrema en zona defensiva.
Una desconcentración de Araujo y Dagoberto a la hora de ir a cortar una pelota generó un choque entre ambos, encima Chicote la rebanó y se la dejó a modo Memo Martínez, quien tocó para Piero Quispe, el peruano se enfiló y definió con la derecha ante la salida de Malagón. Universidad tomaba ventaja y América lucía desnortado.
Se esperaba una respuesta con arrebato de las Águilas, pero no la hubo, el equipo de Jardine no fluía, carecía de proyección en ataque. Valdés no ejercía de guía, Dávila estaba extraviado por derecha, Borja no desbordaba, Cervantes ni destruía ni creaba y Aguirre pasaba desapercibido en ataque. No se encontraban los azulcrema que se nublaron en ataque.
Estuvo más cerca el segundo de Pumas que seguía siendo peligroso en la pelota parada, Caicedo lo tuvo, pero un desvío milagroso evitó que el centrocampista universitario causara más daño.
El bloque de Nathan, Magallán y Duarte era muy sólido y le dieron una buena lectura a las intenciones de los americanistas que no tuvieron ni una sola de peligro que les pusiera cerca del empate.
Cuando se esperaba una revolución de Jardine para el segundo tiempo ésta no llegó. Solo entró Brian por Chicote, y aunque hubo una ligera mejora le faltaba ser más punzante al cuadro de Coapa.
De hecho, Huerta se perdió el segundo gracias a un buen bloqueo de Malagón. Pumas pasó a estar más cerca de su arco, parecía una apuesta peligrosa, porque América en un pestañeo era capaz de hacer daño, el problema es que esa conexión que esperaban los azulcrema no llegaba. Jardine mandó a Kevin y Zendejas para tratar de revolucionar la derecha.
Sin embargo, Pumas mantuvo el temple en defensa. Lo mandó todo André cuando mandó a Henry por Aguirre y a Richard por Araujo. La apuesta de Universidad pasó a ser la resistencia, se jugó todo a esa ruleta, a que la desesperación de las Águilas fuera la constante en el cierre.
A trompicones, Borja tuvo un cabezazo tras un centro de Kevin, pero su remate salió justo a las manos de Julio. No pudo América que se quedó con las manos vacías en el último Clásico del torneo. Mientras Pumas se fue con el puño en alto, ganó un partido de orgullo y de mucho valor en lo estadístico porque empieza a tomar ruta de liguilla y deja a las Águilas en estado de alerta.
ZZM