América no está, se le espera de vuelta, pero no se asoma, por ahora es un equipo insípido, no muestra una huella de lo que fue hace unos meses, no alcanza el juego alegre y efectivo que lo llevó a ser campeón; al contrario, ahora se ve apático y sin chispa. Ante Mazatlán, el equipo de Jardine empató a dos goles y deja dudas para el futuro inmediato.
Ante Mazatlán se preveía que podía ser el partido para la reivindicación, para dar un paso hacia delante, pero dio uno hacia atrás, por las formas y los modos, porque las Águilas se miran al espejo y no se reconocen; es cierto que la señal de alarma no se ha encendido y que se le debe dar crédito a este equipo, pero el tiempo para espabilar se agota y si no reacciona a tiempo el bache puede convertirse en una espiral peligrosa.
Frente a los Cañoneros no mejoraron en sensaciones, tuvieron la voluntad, pero no la determinación, faltó lucidez en ataque, con apenas algunas llegadas y después el equipo se extravía, se nubla y nada le sale; encima no corrige los despistes defensivos, pues en una pérdida en medio campo, Mazatlán los tomó mala parados, Bárcenas le puso vértigo y Amarilla mandó al fondo al 24’. Sorpresa mayúscula en el Azteca.
Y no es que la desventaja haya generado una reacción rebelde de los azulcrema, más bien mantuvieron esa actitud pasiva, apenas en el tiempo añadido se volvieron a acercar con un tiro de Henry que Hugo González apagó.
Un error de Mazatlán le abrió la puerta del empate al América; Quiñones asistió para Henry que solo la empujó al fondo al 47’. Pero casi de inmediato afloró la versión frágil de las Águilas en defensa, falló el bloque y dejaron un gran boquete en medio campo, un pase de Intriago rompió a los azulcrema, Amarilla se fue solo, encaró a Malagón le hizo una faena y devolvió la ventaja a los Cañoneros.
Lo empató el cuadro de Coapa por el empuje del Cabecita, quien asistió a Henry. América iba más a trompicones que con buen juego, pero hizo el esfuerzo para buscar la victoria, no le alcanzó y se tuvo que conformar con un empate que deja un mal sabor de boca. El sábado viene a su casa el líder Cruz Azul y la cosa no pinta nada bien.
AVV