Lo que prometía ser una noche dura en San Nicolás terminó por resolverse desde los once pasos. Tigres pudo pegar primero nuevamente gracias a los pies de su mejor jugador en la historia.
André-Pierre Gignac facturó un penal para darle a La U un magro triunfo ante un combativo Pachuca, que mostró mayor disposición táctica, pero que erró al momento del último toque. Fue, por cierto, el tanto 29 del internacional francés en fase final.
La victoria de 1-0 le permite hasta empatar en ‘La Vuelta’ en Pachuca para meterse a semifinales. Si los Tuzos igualan el marcador global, entonces se habrá acabado el torneo para los dirigidos por Miguel Herrera.
Tigres reincidió en su juego irregular, hasta monocromático. Intentó, al arranque, presionar al rival, entendiendo que la obligación era suya. Sin embargo, después de un vertiginoso arranque del anfitrión, el huésped se terminó por ‘asentar’ en el terreno de juego. Los volantes hidalguenses tomaron más el esférico y fue hasta más sencillo ir repeliendo las acometidas de los de San Nicolás. Incluso, tanto Ray Fulgencio y Luis Quiñones dejaron de pesar, facilitando la tarea del par de laterales Tuzos, entre ellos la ‘joyita’, Kevin Álvarez.
Esto provocó que el tránsito de la parte inicial se volviera sosa y finalizara en una igualdad sin goles.
En el complemento Tigres lo buscó, pero Pachuca se adaptó mejor al juego. Aún así el juez Fernando Hernandez marcó un penal a favor de los felinos después de que, supuestamente, el balón pegó en la mano de Luis Chávez; sin embargo reculó al percatarse que nunca hubo infracción tras revisar la jugada en el vídeo arbitraje.
Guillermo Almada quebró los circuitos del equipo de Herrera al grado que sus elementos se cansaron se recuperar balones, incluso, en campo rival.
Ahí, en pleno acaso tuzo, apareció la figura de Nahuel Guzmán. ‘patón’ realizó un par de atajadas clave a intentos de Avilés Hurtado y ‘Pocho’ Guzmán que parecían goles cantados.
Todo parecía encaminado para una igualdad en ‘El Volcán’… y sucedió lo impensado.
Guido Pizarro, sobre el final, cayó dentro del área y el juez central no dudó en marcar la pena máxima ahora sin consultar el VAR. Gignac tomó y facturó para darle un triunfo sufrido a un Tigres que no está carburando al 100 por ciento.
Magra ventaja que ahora se deberá conservar, por lo menos, en un territorio que suele ser un infierno para los de la UANL: el Estadio Hidalgo.
MGC