Los aficionados en el Empower Field at Mile High mostaron su inconformidad con la selección mexicana tras la goleada ante Uruguay en un partido amistoso, a tal grado de que invadieron la cancha y generaron que el árbitro terminara el encuentro.
En el segundo tiempo los aficionados dieron el primer aviso, lanzaron el grito homofóbico y comenzaron a cantar "ole" cada vez que Uruguay tenía la posesión del balón. Sin embargo, en los últimos instantes del encuentro, tres personas saltaron al terreno de juego para dirigirse hacia los futbolistas mexicanos.
Sobre el minuto 90, un espectador evadió la seguridad y corrió hacia el terreno de juego para tomarse foto con algunos de los jugadores del Tri. Seguido de él, saltó otra persona e hizo lo mismo con Edson Álvarez.
Al final otro espontáneo apareció para situarse junto con Julián Quiñones e intentó tomarse una selfie con él, pero los guardias de seguridad intervinieron para detener a los invasores.
Al mismo tiempo de que esto ocurría, varios aficionados comenzaron a arrojar vasos hacia la banca de Jaime Lozano, y otros empezaron a pelearse con guardias de seguridad.
Debido a esto, los aficionados se reunieron en el medio campo y el árbitro decretó el final del encuentro sin la necesidad de añadir más al segundo tiempo.
La selección mexicana terminó el primer tiempo con una goleada de tres goles, gracias a dos tantos de Darwin Núñez y otro más de Facundo Pellistri. Al inicio de la segunda mitad, el atacante del Liverpool hizo su primer hat trick con la camiseta uruguaya.
RGS