México no pudo con Gales, la buena marcha de Gerardo Martino la frente del Tricolor encontró un freno seco y fue en un partido y ante un rival con que el que quizá no se pensaba que podría ocurrir. La selección mexicana perdió 1-0 ante unos Dragones voluntariosos que mostraron una gran templanza defensiva, mientras el Tri fue incapaz de reaccionar y de agitarse.
Fue un buen inicio del cuadro Tricolor, que mostró sus intenciones de ser protagonista a través de la pelota, aunque progresaba poco en ataque, le faltaba la referencia de un centro delantero y centralizaba mucho el partido, siendo Jesús Corona el que trataba de activarse por una u otra banda; mientras el Chucky Lozano empezaba manifestar que no estaba cómodo jugando como dentro delantero. Se echó de menos en demasía a un tipo como Raúl Jiménez que dominara la posición, las lesiones de Pulido y Henry dejaron sin un eje de ataque puro al Tata Martino.
México tenía el control, Gales no figuraba, pero vino una acción en la que se combinaron y encontraron una fractura en la defensa, ganaron los rebotes en un tiro de esquina y se asociaron de buena manera, y en un pase filtrado para Jonathan Williams, éste se deshizo de la marca de Héctor Herrera y mandó un centro raso que Kieffer Moore controló y después cruzó para vencer a Ochoa. Nadie llegó a la marca del atacante de los Dragones que sorprendieron al minuto 10.
A partir de ahí el cuadro nacional no encontró fluidez, el conjunto de Martino no progresaba ni profundizaba, tenía la pelota, pero solo la tocaba de un lado para el otro, sin encontrar verticalidad. Herrera trataba de ser el lanzador del equipo, pero todas las pelotas largas fueron perdidas por el cuadro azteca.
México no comparecía en ataque, era incapaz de generar una jugada, no había alguien que agitara al equipo, Lozano se salía de la zona para tratar de activarse, y entonces Orbelín era el que trataba de llegar como atacante, pero tampoco era un plan que diera resultados.
Fue hasta el minuto 35 cuando una larga posesión mexicana acabó con Corona haciendo una buena jugada individual, entró por izquierda y después chutó, pero su tiro fue muy desviado.
Parecía que México se activaría en la recta final, pero no fue así, fue solo un esbozo, porque seguía sin encontrar una acción que lo llevara a meter en aprietos al portero Wayne Hennessey. El Tri se fue al vestidor con malas sensaciones, apenas había logrado otro tiro de Rodríguez que murió en las manos del arquero europeo.
Martino no realizó movimientos, para el complemento; el Tri estaba obligado a cambiar de actitud, a mejorar su fluidez en ataque, se salvó del segundo en los primeros del reinicio y por fin tuvo una jugada clara en ataque.
Un pase de Orbelín para Lozano acabó en un tiró con la zurda del Chucky que el arquero Hennessey logró desviar de manera prodigiosa. Fue otro chispazo de México que no mejoraba su accionar. Martino mandó a Jorge Sánchez por el Chaka y a Rodolfo Pizarro por un extraviado Guardado.
No mejoró mucho el cuadro nacional, que no logró tener otra jugada, al equipo mexicano le faltó lucidez y capacidad de romper el muro galés, que sin hacer un partido para enmarcar fue capaz de anular a la gente desequilibrante de México. El Tricolor echó de menos contar con un delantero puro que le permitiera más presencia en el área. Y en la última jugada del partido se perdió el empate, cuando el Tecate mandó un rebote por encima del travesaño. No fue la tarde del Tricolor el ataque.
Segunda derrota en la era de Gerardo Martino, ante Argentina, en aquel amistoso de 2019, fue un bodrio de equipo, el que cayó ante Gales fue algo similar; salvo los primeros diez minutos no se le vio una cuadratura. Y los europeos dejaron a varios de sus titulares en la banca, al punto de que Gareth Bale, la gran estrella galesa, entró en los últimos diez minutos. A Martino la derrota le debe dejar algunas reflexiones, la principal, le urge encontrar un nueve de garantías cuando no esté Raúl Jiménez.
ZZM