Una bruja y el grito homofóbico, los recuerdos de Juan Pablo García del Preolímpico de 2004

Edición Fin de Semana

El integrante del Tri que ganó el boleto a los JO de Atenas, recordó la presión que existía para vencer a EU, por lo que La Volpe ayudó con su chamán.

Juan Pablo García y el Preolímpico del 2004. (La Afición)
Alberto Ávalos
Guadalajara, Jalisco /

Diecisiete años después, el Preolímpico de futbol volvió a Jalisco. La primera vez que este torneo llegó a tierras de occidente fue en 2004. Aquel año, la Selección Mexicana era dirigida por Ricardo Antonio La Volpe, que al final de cuentas consiguió el boleto a los Juegos Olímpicos de Atenas.

Sin embargo, uno de los juegos que más expectativa generó fue cuando el Tricolor tuvo que chocar frente al siempre odiado, deportivamente hablando, Estados Unidos, duelo que se dio en semifinales y que no fue sencillo para los aztecas.

Así lo compartió Juan Pablo García, volante de aquel equipo, quien aseguró que había nerviosismo y hasta miedo de caer frente a la escuadra de las Barras y las Estrellas por el impacto que aquello podía generar.

“Recuerdo que no nos queríamos enfrentar a los gringos, era un equipo peligroso, era imperdonable perder, es de los partidos más difíciles que he jugado, la sensación de la presión era incuantificable, no se podía manejar la verdad, previo a ese partido ante los gringos se hace un entrenamiento en la mañana y estábamos muy cagados, no levantábamos la pelota, no la tocábamos bien, de las pocas veces que he visto a Ricardo así, esa sensación de temor hacia el equipo americano, nos mirábamos a los rostros y nos preguntamos ‘¿cómo le íbamos a hacer?’, había demasiada presión”, dijo.


La bruja de Ricardo

Fue entonces que apareció el toque de Ricardo Antonio La Volpe, quien fiel a su estilo, buscó la forma de hacer a su equipo entrar en razón para que entendieran lo que se estaba jugando, algo para lo que tuvo que recurrir a prácticas algo ortodoxas.

“Nos llevó con una persona que decían que era su bruja - para mí no era una bruja-. Hicimos unas dinámicas de nuestra raza, de cómo afrontar el partido y nos va llevando hasta que al final hizo dos cosas puntuales, poner el marcador que queríamos al día siguiente en un listón rojo. Nos levanta de los asientos y pregunta: ‘¿cómo quieren festejar?’. Cuando entramos al juego estábamos mentalizados de que ganaríamos, terminó la actividad, sacamos los listones y seis compañeros pusieron 4-0, tenían la confianza y salieron las lágrimas por la labor que se hizo 24 horas a ese partido, si no se hubiera hecho esa plática, nos hubieran ganado”, expresó.

Y es que existía una batalla interna entre los jugadores de aquella escuadra mexicana y el hambre de revancha por lo que Estados Unidos había hecho dos años antes en el mundial de Corea y Japón, cuando eliminaron al Tri. De hecho, el equipo estadunidense contaba con Landon Donovan como antagonista, quien incluso orinó en los arbustos que estaban al costado de la cancha del Jalisco.

“Había tres jugadores de ese equipo que le ganó a México en 2002, había una psicosis de que habían subido su nivel, que nos habían eliminado de Corea y Japón; era impresionante, lo de Donovan que orinó el estadio, estábamos en casa. Ellos daban entrevistas diciendo querían ganarnos, teníamos menos trayectoria, además de la presión del exterior que es un arma de doble filo jugar en casa y la presión de enfrentar a los gringos”, sentenció.


El grito de “puto”

Algo peculiar surgió de aquel Preolímpico. El grito homofóbico se escuchó por primera vez, y a escala internacional, en las gradas del Jalisco. Hoy en día se busca erradicarlo por completo de las canchas, pues incluso le ha traído varias multas al Tricolor.

“Hasta que veo la repetición del partido es que escucho el grito, ahí es donde se inauguró algo que no es correcto, pero es entendible. La gente quería transmitir eso, pero quedó marcado. Yo llegué a decir que era bueno por lo que habían mostrado, por el desprestigio, la orinada, que habían abierto la boca diciendo que nos iban a eliminar, yo le di la razón, pero en ese momento uno es inmaduro y declarar una cosa así, que el grito tenía su razón de ser, pero no tenía que contestar eso, lo dije porque tenía el coraje por todo lo que estaba sucediendo”, finalizó.

Diecisiete años después los tiempos son diferentes. México llega como máximo favorito al Preolímpico que dará el boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio; ya ganó su primer partido ante Dominicana y el miércoles se enfrentará a una renovada generación de Estados Unidos.


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