La Liga de Naciones de la Concacaf es para la selección mexicana una obligación con la confederación, no un torneo que se quiera jugar, ya sea por el impedimento que le provoca para realizar partidos amistosos o por el nivel de los oponentes.
Fue de esto último de lo que se quejó el director técnico del Tricolor Gerardo Martino, al indicar que jugar el certamen "es volver al amateurismo".
Su respuesta levantó controversia, pero lo cierto es que no está tan lejos de la realidad.
El torneo está conformado por todas las selecciones afiliadas a la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol, así es, todas. Están distribuidas en tres diferentes divisiones A, B y C, siendo los equipos de la A los mejores de la zona y los peores en la C.
A pesar de tantos filtros, en la "Liga" en donde se encuentra México puede verse emparejado c on equipos como Bermudas, Cuba, Curazao, Haití y Martinica, que, desde un análisis de su futbol local, dan la razón a Martino.
Cada uno de los equipos antes mencionados cuenta con una Liga, que aunque es llamada "profesional" no todos los jugadores que en ella militan dedican su vida al futbol, varios de ellos cuentan con otros trabajos y ven a este deporte como esparcimiento.
El mejor ejemplo es el de la selección de Bermudas, que recientemente enfrentó el Tri, de la plantilla de 23 jugadores 18 tienen otras profesiones en su país y los cinco restantes tienen como única fuente de ingresos este deporte.
Así que el Tata no está para nada equivocado porque jugar en la Liga de Naciones de la Concacaf sí es volver al futbol amateur.
SFRM