Martino, el subcampeonísimo de América

El estratega llega con un muy buen currículum a la selección mexicana; sin embargo, en él, atañe una historia de fracasos

Gerardo Martino, nuevo técnico de la selección mexicana (Imago7)
Jorge García
Ciudad de México /

La espera terminó. Por fin, tras el fin de la incipiente era de Juan Carlos Osorio, misma que terminó con el fracaso en la Copa del Mundo de Rusia 2018, además del interinato de Ricardo Ferretti, la selección mexicana tiene nuevo estratega, esta vez en la figura de Gerardo Martino.

Sin duda, el currículum del argentino es de prestigio, sobre todo por lo hecho en el futbol paraguayo; los cuatro títulos conseguidos en la liga guaraní, tres con el Libertad de Asunción y uno con Cerro Porteño, además –por supuesto- de lo hecho con la albirroja en Sudáfrica 2010; tras una gran eliminatoria, llevó a esta escuadra hasta los Cuartos de Final.

Pasó por Newell’s Old Boys de Rosario, el equipo de sus amores, al que también hizo campeón, y por el Barcelona, para caer –finalmente- en la selección argentina. Es aquí en donde se completa la historia negra de Martino como técnico.

EL SUBCAMPEONÍSIMO

Todo comienza tras su éxito en Sudáfrica 2010. Aún como timonel paraguayo, el Tata llevó a la selección de este país a la Final de la Copa América del 2011. En este certamen, la albirroja financió su buen paso en base a su gran defensiva, sobre todo en la instancia de Cuartos y Semifinales, en donde eliminó a Brasil y a Venezuela por penales, luego de empatar 0-0 en los 120 minutos previos.

No obstante, la suerte del equipo de Martino terminó en la Final, en donde su virtud de defenderse bien no le fue suficiente para competirle a Uruguay, con el que perdió por 3-0.

Ya con Argentina, en la Copa América de 2015, logró meter a la albiceleste como líder de su grupo a Cuartos de Final, en donde venció por penales a Colombia; misma historia del 2011, empatando 0-0 y ganado en la definición desde los 11 pasos.

En Semifinales barrió a Paraguay (6-1), sin embargo, en la Final, nuevamente quedó corto; en tanda de penales no pudo contra Chile.

Al año siguiente, en la Copa América Centenario, el cuadro argentino lucía como el máximo favorito para llevarse el campeonato, el cual rompería una sequía de 23 años sin un título para Argentina.

Derrotó a los propios andinos, en San Francisco, por 2-1, para posteriormente golear a Panamá (5-0), en Chicago, y a Bolivia (3-0), en Seattle. Para Cuartos de Final, la albiceleste fue a Foxborough para vencer 4-1 a Venezuela, culminando su pase a la Final con una victoria ante Estados Unidos en Houston (0-4).

18 goles a favor y sólo dos en contra, la credencial con la que el equipo de Martino llegaba al duelo por el título de la Copa América Centenario, la cual se esfumó, mucho de ello por las fallas de Gonzalo Higuaín. Lo ocurrido en Santiago se repetía en Nueva York, Argentina volvía a caer por penales.


Con ello, el Tata perdía su tercera Final de América de manera consecutiva; en ninguna de ellas, su equipo logró hacer un tanto.


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