Apenas habían transcurrido 10 minutos del inicio de la participación de la Selección Mexicana en la Copa Oro y ya el resultado era adverso. Y no por el marcador que en ese momento era 0-0 frente a Trinidad y Tobago, sino por la baja sensible de Hirving Lozano, quien sufrió un choque aparatoso con el portero Marvin Phillip.
El golpe fue brutal, al grado que el “Chucky” tuvo que ser trasladado de inmediato al hospital con un collarín y con el rostro ensangrentado por una impactante herida en el ojo.
Esa jugada, en la que ni siquiera se sancionó penal por parte de árbitro costarricense Ricardo Montero –de desastrosa actuación– , marcó el debut de México en esta Copa Oro, en la que sacó un… ante un duro Trinidad y Tobago que no dejó de excederse en fuerza en cada pelota dividida.
Pero también el conjunto de Gerardo Martino careció de contundencia.
Sí, tuvo sus llegadas; sí, arrinconó al rival; sí, dictó el ritmo del juego; pero todo se tradujo en nada al final. Para terminar la fatídica noche, el grito homofóbico se presentó en los minutos finales, lo que obligó a que se detuviera el juego y se aplicara el protocolo.
DOMINIO INFRUCTUOSO
Apenas en los primeros instantes del juego vino la primera llegada del cuadro mexicano, en un centro que remató con la cabeza Rogelio Funes Mori que obligó el lance de Marvin Phllip. Después llegó el desafortunado choque entre Hirving Lozano y el portero trinitario que paró el encuentro casi 10 minutos.
En el reinicio de las acciones México, a través de Jesús Manuel Corona, se plantó de nuevo ante la portería rival, pero el atacante mexicano le estrelló la pelota al portero; después Erick Gutiérrez intentó de larga distancia, al igual que Héctor Herrera, pero sin fortuna.
Ya en el segundo tiempo, la Selección Mexicana mantuvo el dominio y al minuto 51 estuvo cerca de abrir el marcador en una gran jugada de Héctor Herrera, quien con un tacón en el aire habilitó a Orbelín Pineda que venía entrando solo al área, pero su disparo –de primera intención– salió sin potencia, fácil para Phillip.
Al 74’ parecía que por fin México tiraba el muro trinitario, en un gran centro de Herrera para Funes Mori, quien le ganó la espalda a su marcador para matar la pelota con el pecho y sacar un punterazo que de manera milagrosa Phillip sacó con el brazo derecho.
La selección estaba encima y en una jugada similar de nuevo Héctor mandó el centro a Funes Mori, quien se retrasó a segundo poste para bajar la pelota y asistir a Orbelín que entraba solo; el futbolista de Cruz Azul alcanzó a jalar la pelota dejándola a merced del “Tecatito” que la mandó por arriba de la portería.
Minutos después Corona lo intentó de nuevo, pero ahora con un disparo de larga distancia que el veterano Phillip atajó de manera soberbia.
Ya en los últimos minutos la frustración llegó a las tribunas y se presentó el grito homofóbico, lo que obligó que el juego parara unos minutos.
Después de esa pausa, México encontró un gol de Rogelio Funes Mori, pero fue anulado por fuera de lugar de Jesús Gallardo, quien fue el que mandó el centro.
De nueva cuenta hubo otro grito que obligó a otra pausa. Vino el tiro de esquina y otro remate de Funes Mori que obligó la enésima tapada de un enorme Marvin Phillip. Así se acabó el partido, con otro grito que ya no fue tomado en cuenta por el silbante.
México empató por su falta de contundencia; el púbico empañó el juego con el grito homofóbico y, lo más preocupante, la salud de Hirving Lozano.
MGC