La selección mexicana cerró este viernes su preparación para medirse en partido amistoso a Perú con un entrenamiento a puerta abierta para la afición, pero lo que llamó la atención fue la ausencia del director técnico Gerardo Martino.
El Tricolor tuvo su práctica antes del compromiso ante los incas en el Rose Bowl de California, donde los seguidores del cuadro nacional se dieron cita para apoyar a los seleccionados en lo que fue una especia de despedía de cara al Mundial de Qatar 2022.
El Tata decidió quedarse en el hotel de concentración de la selección en esta ciudad para ver el juego de Argentina, rival del Tricolor en la próxima Copa del Mundo, a pesar de que en la ciudad de Miami se encontraba Sergio Giovagnoli, auxiliar que le tocó seguir el paso de la Albiceleste.
La práctica fue recreativa porque en la mañana el equipo trabajó en las instalaciones de Los Ángeles Galaxy, donde probó el once inicial que utilizará frente a Perú en el primer juego de la Fecha FIFA.
El entrenamiento fue dirigido por el cuerpo técnico del Tata, el cual estuvo encabezado por Jorge Theiler, su auxiliar, y quien se le vio dando indicaciones a lo jugadores.
300 personas observaron el entrenamiento de la selección mexicana
El entrenamiento abierto de la selección mexicana en el Rose Bowl de Pasadena fue observado desde las tribunas por poco de 300 personas que pagaron entre 10 y 15 dólares para ingresar al inmueble californiano.
Los seguidores del Tri pudieron disfrutar de cada uno de los jugadores, incluido Raúl Jiménez, quien entrenó por separado tratando de Recuperarse de la pub algia que no lo dejará tener actividad en por lo menos dos o tres semanas más.
Al final de la práctica donde los aficionados hicieron sentir a la selección como en casa, los jugadores se acercaron a la tribuna para firmar algunos autógrafos y firmar playeras, banderas, celulares y demás todo con el fin de agradecer el apoyo durante la práctica.
MGC