Al menos 200 mil cubanos intentaron entrar a Estados Unidos en 2023

Varios miles de cubanos dejaron sus hogares para emprender un viaje a Estados Unidos, algunos junto a sus hijos menores de edad.

Los migrantes salieron de Tapachula, Chiapas, el 24 de diciembre. | AP
Manuel Juan Somoza
La Habana, Cuba /

Carlos Hernández, de 50 años, licenciado en Contabilidad, se dispuso a la aventura con su esposa e hijo de 10 años y entró a Estados Unidos sin visas por su frontera sur como parte del éxodo masivo que sufre Cuba y llevó a más de 200 mil de sus habitantes a intentar lo mismo por mar o tierra en 2023.

“Yo estoy viejo, pero tenía que pensar en el futuro de mi hijo”, justifica Carlos Hernández a MILENIO vía WhatsApp desde la ciudad de Los Ángeles, California, donde se reporta cada semana a las autoridades migratorias en espera de autorización para solicitar la residencia y el carnet de conducción.

“El trámite se está demorando como un año o año y medio, a veces dos, está entrando mucha gente”, puntualiza este cubano con suerte, porque otros miles de indocumentados que han sido devueltos a la isla caribeña esperan la repatriación retenidos o han muerto en el intento.

La Oficina de Aduana y Protección Fronteriza estadunidense reportó en el año que recién terminó 200 mil 287 “encuentros con cubanos en todas las fronteras” y otros 35 mil ingresaron legalmente a partir de un nuevo procedimiento migratorio vía online. En tanto, 5 mil 161 han sido devueltos al país caribeño, cifra que crece cada semana.

Sin especificar nacionalidades, el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones informó además en noviembre pasado que, hasta ese mes, “al menos mil 78 migrantes, de los cuales 74 eran menores de edad, han fallecido o desaparecido” en las rutas que conducen por tierra a territorio mexicano y de ahí, a la frontera con Estados Unidos.

“Sí, sé que nos la jugamos, pero no tenía otra alternativa, Cuba va de crisis en crisis”, comenta Hernández, quien hasta ahora se mantiene económicamente “haciendo algunos trabajitos por la izquierda” (ilegales), mientras su mujer hace lo mismo y el hijo aprende inglés en una instalación habilitada al respecto.

Suman cerca de 425 mil los migrantes cubanos reportados por las autoridades aduanales de Estados Unidos en 2022 y 2023, lo que equivale a poco menos que la suma de habitantes de las provincias occidentales de Artemisa y Mayabeque.

En cuanto a planes, los de Hernández son similares a los de cualquier otro migrante, “establecernos, ayudar a nuestros padres en Cuba e ir de visita algún día”.

Antes de partir, vendió todo lo que tenía, desde su residencia de tres habitaciones con dos baños, patio y jardín, hasta su auto de la marca rusa Lada, de la era soviética, y con ello pagó a los traficantes, sin decir cuánto. “Todavía me queda una tierrita para ir tirando”, asegura Marco Rubio molesto

El gobierno cubano atribuye la profunda crisis del país a las sanciones económicas de Washington, afirma que esa es la causa del éxodo y denuncia las facilidades con que cuentan los ilegales cubanos para asentarse en territorio estadunidense.

En 1996, cabilderos anticastristas ante el Capitolio de Estados Unidos lograron la aprobación de la Ley de Ajuste Cubano que concibe a los migrantes isleños como “refugiados políticos” y les da las ventajas con que cuentan hoy Carlos Hernández y su familia.

Pero lo cierto es que esos cubanos, en cuanto tienen posibilidades regresan al país caribeño de visita. De enero a octubre pasado lo hicieron 297 mil 34.

De ahí que el senador Marco Rubio, uno de los cabilderos del lobby anticastrista, mostrara su desacuerdo con esa práctica en una audiencia del legislativo, en la que pidió su revisión porque esas visitas, dijo, “ayudan el régimen” comunista de la isla.

Costo social del éxodo

María Elena Hernández, 78 años, llega tres veces por semana a un parque del oeste de La Habana a practicar taichí, apoyándose en su vecina Nely. Ella espera desde el 24 de enero que “me acaben de dar el parole para reunirme con mi hijo”, dice en referencia al nuevo sistema de visado implantado para viajar a Estados Unidos, la principal meta, aunque hay cubanos regados por otras muchas partes del planeta, incluso en Cisjordania.

No existen cifras oficiales, pero María Elena es una más de los muchos padres y abuelos que viven absolutamente solos en Cuba, otro drama que lacera a uno de los países más envejecidos de América. De la población total, 22.3 por ciento sobrepasa los 60 años de edad.

aag

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