El caso ha desatado un escándalo en Argentina, donde una modelo de 24 años es acusada de haber mentido sobre su condición laboral como funcionaria en el sistema de salud para poder ser vacunada contra el coronavirus con la dosis Sputnik V, un hecho del cual ella misma se ha defendido en la redes sociales, afirmando que tiene pruebas que la exculpan.
La protagonista de este hecho es Antonella Belén Delmonte, una joven que, según las primeras informaciones de los medios locales, fue vacunada contra el covid-19 en el Hospital Provincial Héroes de Malvinas, en Buenos Aires, con la primera dosis del fármaco ruso el 9 de abril de este año, presentando documentación que habría falsificado, la cual sostenía que trabajaba en un laboratorio.
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Estos primeros detalles han indignado a la comunidad argentina, donde hay servicios de salud que se encuentran al borde del colapso, con un proceso de vacunación que, a pesar de que avanza, aún faltan personas de grupos prioritarios que siguen esperando ser inoculadas con algunos de los fármacos disponibles.
Al conocerse el caso, los medios argentinos comenzaron a realizar una serie de publicaciones, dando a conocer detalles de las relaciones amorosas de la joven e incluso se comentó que su madre trabaja con la actual pareja del intendente de Merlo, localidad donde está el hospital, Gustavo Menéndez.
La situación salpicó a esa misma autoridad, quien en entrevista al medio argentino La Nación afirmó que "el sistema puede ser violado de manera fácil", asegurando también que "nadie en el municipio tuvo nada que ver", ni siquiera la madre de la modelo, según el intendente.
El caso continúa siendo investigado por la justicia argentina, que podría dar 6 años de cárcel a la mujer, quien recientemente se defendió de los señalamientos en su contra.
La defensa de la modelo
A través de su cuenta en Instagram, Antonella Belén Delmonte rechaza las acusaciones de falsificación de documentos y asegura que ella sí trabaja en el sistema de salud, específicamente en un laboratorio donde atiende público.
"En los últimos días he sido víctima de una persecución en la que lo menos grave que se me dijo fue que había cometido un ilícito. Fueron muchas las personas que, por imprudencia, utilizaron fotos mías para dañar mi imagen e inventar una historia que no es cierta".
Sostiene que ha sido víctima de comentarios misóginos que la dañaron por su condición de mujer, siendo además acusada de haber "saltado la fila".
"Trabajo en un consultorio médico para una profesional de la salud recepcionando (sic) al público. Para mantener mi trabajo se me indicó que debía de recibir la vacuna contra el covid. Me suscribí para recibirla a través de la aplicación oficial de la provincia de Buenos Aires; se me asignó un turno que me indicaba día y lugar para aplicarme la vacuna. Concurrí al vacunatorio con certificado expedido por mi empleadora que indicaba mi condición laboral y con la copia de mi contrato de trabajo".
La joven aseguró que tanto ella como su familia han sido perseguidos tras el hecho. Afirmó que presentará las pruebas a la justicia, "no en la opinión pública" y agregó que "se construyó sobre mí una imagen que terminó manchando mi buen nombre y honor, cuestión esta última que dará origen a distintas acciones legales que por derecho me pudieran corresponder".
OMZI