El gobierno de Afganistán alertó hoy sobre la escasez de oxígeno médico en sus hospitales para tratar a los pacientes graves de coronavirus, un anuncio que se produce cuando el país atraviesa un aumento considerable de contagios por covid-19 y donde la alerta sanitaria se hace cada vez más constante.
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"Nos enfrentamos a una escasez de oxígeno" en los hospitales gubernamentales, afirmó el ministro de Salud Pública de Afganistán, Wahid Majroh, durante la inauguración de una sala para pacientes de covid-19 en un centro de Kabul.
Una nueva ola de la pandemia está avanzando con rapidez en el país, por lo que "si nuestros ciudadanos no cooperan, nos enfrentaremos a una tragedia y a una crisis. Desafortunadamente, Afganistán se está adentrando rápidamente en una crisis", explicó.
Uno de los aspectos más graves del momento que atraviesa el país es la "falta de oxígeno", que empuja al extremo de no poder abrir dos nuevos hospitales en Kabul por la escasez de oxígeno, afirmó.
En estos momentos, hay siete plantas de producción de oxígeno en Afganistán, pero debido a la "alta demanda en el mercado, no pueden responder a las necesidades".
Afganistán registró en las últimas 24 horas mil 509 nuevos contagios por coronavirus y 34 fallecidos, según informó el ministerio afgano de Sanidad, unos datos que sin embargo parecen ser solo la punta del iceberg ante el bajo número de pruebas, solo 4 mil 392 en la última jornada, lo que supone una tasa de positividad del 34 por ciento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la pandemia está bajo control en un país si la tasa de positividad está por debajo del umbral del 5 por ciento.
El país ha registrado hasta el momento desde el inicio de la pandemia 76 mil 653 contagios y 3 mil 68 muertes por coronavirus, siendo la provincia de Kabul la más afectada, y el pasado lunes se contabilizó el récord diario de infecciones con mil 566.
Ante el repunte de casos, Afganistán ha puesto en alerta a todos los hospitales del país y ordenó el pasado sábado el cierre de todas las instituciones educativas durante al menos dos semanas, además de pedir a los salones de bodas que no reserven fiestas durante 10 días.
A esta crisis sanitaria en el país se suman las limitaciones por casi dos décadas de guerra en Afganistán desde el inicio de la invasión estadounidense en 2001 que derrocó al régimen talibán.