El viernes 15 de agosto los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin llevarán a cabo una cumbre en Alaska para discutir temas relacionados con la guerra que la nación rusa mantiene contra Ucrania.
Durante las últimas semanas, el mandatario de Estados Unidos ha fungido como intermediario entre la comunicación de Putin con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y aunque no ha conseguido lograr que la reunión entre las tres naciones ocurra, mantiene el contacto con cada una de las partes.
El encuentro de este viernes podría resultar en un posible acuerdo diplomático; sin embargo, el punto de reunión no es fortuito, al contrario, representa de manera implícita y a su vez, recuerda, un trato entre Rusia y Estados Unidos ocurrido en 1867, cuando el primer país le vendió el territorio a la nación norteamericana.
El lugar de la cumbre pone al mandatario ruso en una posición ventajosa. Nigel Gould-Davies, investigador adjunto de Chatham House, explicó a la agencia AP que la ubicación elegida para realizar el encuentro posee una simbología clara que “naturalmente favorece a Rusia”, rememorando la transacción de Alaska en el siglo XIX.
"Es fácil imaginar a Putin argumentando (...) en su día tuvimos este territorio y se lo dimos a ustedes, por lo tanto, Ucrania tenía este territorio y ahora debería dárnoslo", afirmó Gould-Davies.
¿Por qué Alaska pertenecía a Rusia?
Podría parecer extraño que la nación rusa tuviera control de un territorio tan alejado de su ubicación; sin embargo, la conquista de Alaska data del siglo XVIII y se dio mediante graduales expediciones rusas posteriores al dominio total de la Península de Kamchatka.
Tras varias empresas con las que zarpó primero en el oriente de Asia, después en el Pacífico y culminó en Norteamérica, el navegante Alekséi Chírikov llegó al monte de San Elías, al sur de Alaska, en julio de 1741, de acuerdo con el medio BBC.
La fauna del lugar potenció el deseo ruso por apoderarse del territorio, ya que empezaron a comercializar las pieles de los animales que se encontraban ahí. Este impulso económico provocó que para 1799 se fundara la Compañía Ruso-Americana (RAK, por sus siglas en ruso) una empresa que seguiría con la explotación de recursos y tendría miras de conquista en otras regiones de Norteamérica.
El DatoPunto de reunión
Con 25 mil 800 hectáreas de superficie y situada cerca del Ártico, la remotísima -y segurísima- base militar Elmendorf-Richardson será la sede del encuentro.
Lo que parecía ser una eterna época de oro para Rusia y el auge de su expansión, se vio limitado después de la Guerra de Crimea, que data de 1853 a 1856. Tras este periodo, la nación rusa se vio debilitada, y visualizaron la amenaza que de existir otro conflicto armado y ser sometidos, incluso tuvieran que ceder algún territorio.
Cabe recordar que en ese tiempo, Gran Bretaña, uno de sus rivales durante la guerra, poseía el control de la Provincia Unida de Canadá, que actualmente se ubica en el oeste del territorio canadiense, por lo que el riesgo de una invasión era posible.
Venta de Alaska: “La locura de Seward”
Es ahí cuando Estados Unidos entró en la conversación y fue gracias a la visión del secretario de Estado, Henry Seward, bajo la presidencia de Andrew Johnson, que el 30 de marzo de 1867 se realizó la adquisición de Alaska.
En un principio, la decisión se consideró como algo descabellado, debido a que era una región cubierta de hielo, sin aparente posibilidad de comercio; incluso se le llamó a la compra “la locura de Seward”, de acuerdo con el Museo Postal Nacional de Estados Unidos.
Sin embargo, al conocer que el precio de la transacción tendría un costo de 7.2 millones de dólares (cifra de la época), consideraron que la cantidad no representaría un riesgo mayor.
Los años siguientes a su adhesión al país de las rayas y las estrellas, el gobierno estadunidense se concentró en explotar los recursos de la región, que bajo capas de hielo, ocultaba enormes yacimientos de petróleo y oro.
Alaska, la región más grande de Estados Unidos, se consolidó como estado hasta 1959. Y aunque su venta sucedió hace más de 150 años, el encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin trastoca temas como la conquista y la transacción de tierras, así como los combates entre potencias por ostentar geografías estratégicas.
Base usada en la Guerra Fría, el punto exacto de la reunión
La base en la que se reunirán ambos mandatarios sirvió de defensa a los estadunidenses contra las amenazas de la Unión Soviética durante la Guerra Fría, dada su ubicación estratégica en la ciudad de Anchorage, en el estado de Alaska.
La Base Conjunta Elmendorf-Richardson (JBER) combina la base de la fuerza aérea Elmendorf y la Fort Richardson del Ejército. Dispone de diversos servicios para los militares y sus familias, educativos, médicos y deportivos, y en ella tienen su sede unidades como el Ala 673, el Comando de Alaska y la 11ª División Aerotransportada.
- Alaska
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- Foto: Reuters
Así será la reunión Trump-Putin
La reunión está prevista para iniciar a las 11:30 horas locales y arrancará con un "cara a cara" entre ambos mandatarios, a los que sumarán delegaciones integradas por cinco altos funcionarios, lo que incluirá un "desayuno de trabajo". Al término de las conversaciones que se vayan sucediendo en la jornada, habrá una rueda de prensa conjunta.
Además de Vládimir Putin, a la base Elmendorf-Richardson viajarán los ministros rusos de Exteriores, Serguéi Lavrov; el de Defensa, Andréi Beloúsov y el de Finanzas, Antón Siluánov, junto al enviado del Kremlin para cooperación económica con Estados Unidos, Kiril Dmítriev.
También formará parte de la delegación rusa Yuri Ushakov, asesor del Kremlin para política internacional, quien resaltó que cerca de la base se ubica el Fort Richardson National Cemetery, en el que están enterrados once militares -nueve de ellos pilotos- y dos ciudadanos soviéticos que murieron entre 1942 y 1945 al intentar trasladar los aviones que les había suministrado Estados Unidos.
Así pues, “la reunión tendrá lugar cerca de un lugar importante históricamente y que recuerda la hermandad militar entre los pueblos de nuestros países”.
“Y eso es especialmente simbólico en el 80 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi y el imperialista Japón”, destacó Ushakov.
Con información de EFE
MD