El líder opositor del gobierno de Rusia, Alexéi Navalni, denunció hoy que existe una "parodia de justicia" en ese país tras ser detenido luego de su llegada de Alemania, una situación fuertemente criticada por sus seguidores, la comunidad internacional y por sus propios abogados, quienes sostiene que no han podido verlo tras su arresto.
Navalni fue detenido por la policía ayer en un aeropuerto de Moscú, esto después de llegar de un vuelo que cambió de terminal área minutos antes de aterrizar. El opositor ruso fue trasladado a una comisaría.
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"No entiendo lo que pasa. He visto muchas parodias de justicia, pero esta es la ilegalidad más completa", declaró Navalni en un video difundido en Twitter por su portavoz Kira Yarmysh.
Alexéi Navalni es uno de los más férreos opositores al presidente de Rusia, Vladimir Putin, a quien además acusa de liderar envenenamiento en su contra, lo cual lo obligó a ser trasladado desde Siberia a Berlín, en Alemania, donde se descubrió durante los cinco de meses de tratamiento que tenía en su organismo Novichox, una sustancia nociva desarrollada en la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
Sorpresivamente, hoy un tribunal se reunió a mediados de la mañana en la comisaría de Khimki, en un suburbio de Moscú, donde se encuentra bajo arresto, para examinar "el pedido de detención", indicó Vadim Kobzev, abogado del principal adversario del Kremlin.
"A mí, abogado de defensor con poder notarial, no me permiten acceder a él (a Navalni); dicen que está durmiendo. Desde luego, no hacen ninguna referencia a la ley", escribió en su cuenta de Twitter su otro representante legal, Vyacheslav Gimadi.
Se esperaba que el Kremlin comentara sobre su caso más tarde el lunes, pero generalmente deriva las preguntas sobre el político opositor de 44 años a las agencias policiales.
La detención de Navalny fue ordenada por el servicio penitenciario de Moscú en relación con presuntas violaciones de una sentencia de prisión suspendida en un caso que dice que fue inventado.
Fuerte presión internacional
La detención de Navalni ha provocado rechazo a escala internacional, donde diversos líderes han expresado su desacuerdo con la medida impuesta por Rusia.
"Estamos profundamente consternados por la detención de Alexéi Navalni, pedimos su liberación inmediata y que se respete su derecho a un proceso justo. Reiteramos nuestro llamamiento para que se realice una investigación exhaustiva e imparcial de su envenenamiento", dijo la oficina que dirige la alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, a través de su cuenta oficial en Twitter.
Una petición a la que también se sumó la representante de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, quien publicó un comunicado de la organización continental mencionando que "condeno la detención de Alexéi Navalni por parte de las autoridades rusas. Deben liberarlo de inmediato y garantizar su seguridad".
A estas líderes también se agregan Estados Unidos, tanto la saliente administración de Donald Trump como la entrante de Joe Biden, al igual que Alemania, Francia y Reino Unido.
Sin embargo, desde Rusia la respuesta ha sido categórica y llamaron a las naciones a respetar el derecho autónomo de cada país en aplicar sus propias leyes.
"Respete el derecho internacional, no invada la legislación nacional de los estados soberanos y aborde los problemas en su propio país", escribió en Facebook la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, respondió además que los occidentales atacaban a Rusia para "desviar la atención de la profunda crisis que sufre el modelo de desarrollo liberal".
El caso Navalni "es un asunto de las fuerzas de seguridad" y se trata "de hacer respetar la ley", agregó.
OMZI